Estoy destinado a recibir mucho spam en mi correo, puede que más del que recibe la mayoría. Llevo décadas dando mi tarjeta de visita en todas partes; nuestro dominio aparece en presentaciones, publicaciones, catálogos y en otros muchos documentos. Después está la sencillez de mi dirección de correo electrónico. A veces, los empleados deben dejar de usar sus direcciones de correo porque se llenan de spam, lo que nos obliga a crear nuevas direcciones con alguna modificación. Pero no podemos hacer eso con mi cuenta, ¿verdad? No. Porque, en primer lugar, debo guardar un registro preciso sobre quién es el enemigo y, en segunda, quiero poder revisar personalmente la calidad de nuestra protección antispam. Además, nunca está de más echarse un par de risas.
Al igual que los entomólogos con sus mariposas, guardo todos los correos basura en una carpeta diferente, reviso los veredictos y determino las tendencias y los falsos positivos, mientras que envío las muestras que pasamos por alto a nuestro laboratorio antispam.
Curiosamente, desde principios de año, la cantidad de spam se ha disparado. Y, tras estudiar su estructura y estilo, ¡parece que viene de una (1) fuente! Casi todos los mensajes estaban en inglés (solo dos en japonés) y, lo más importante, ¡nuestros productos detectaron el 100% de este spam! Recurrí a nuestros especialistas… y lo confirmaron: se trataba de una ola de spam de proporciones similares a las de un tsunami (el método de envío de spam conocido como snowshoe spam, es decir, raqueta de nieve). Esto es extraño, ya que la actividad de spam disminuye en año nuevo.
* Datos del 1 al 10 de enero
Y estos son los datos sobre el snowshoe spam en su día más activo, el 7 de enero, en los correos de nuestro dominio corporativo:
Entonces, ¿qué es el snowshoe spam y cómo nos podemos proteger de él?
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