Decidieron convertir la isla en un destino lo más atractivo posible para los inversores y las compañías extranjeras, desarrollando un entorno empresarial adecuado para ello. Incluso crearon una agencia gubernamental especial para este propósito, IDA Ireland, formada por un ejército de civiles entusiastas cuya función era promover su país. Y, de hecho, no lo hicieron nada mal: existen miles de compañías extranjeras ubicadas en Irlanda, inclusive entidades informáticas. Google está en la isla al igual que Microsoft, IBM, Apple y otras muchas firmas. En realidad ¡Todo el mundo está aquí! Ahora también ha aterrizado Facebook de la mano de Bono (sin mencionar el término “filantropía” y “paraíso fiscal” en la misma frase).
Esta organización me recuerda a otra similar en Singapur, que ayudó enormemente en la estrategia nacional de industrialización, modernización y desarrollo de la economía. Por cierto, la compañía irlandesa Ryanair es la segunda aerolínea más grande en Europa (después de Lufthansa), un ejemplo más del poder del “low-cost”. El país tiene más que ofrecer que su excepcional cerveza Guinness.
Os preguntaréis qué estoy haciendo en Irlanda. Mi viaje se debe a la conferencia y exposición Web Summit: más de 600 startups de diferentes calibres y nacionalidades se han reunido en un pabellón a rebosar. Las pequeñas empresas muestran su negocio y entablan relaciones con posibles inversores, mientras que las grandes corporaciones recogen ideas nuevas e innovadoras. ¡Una experiencia buena interesante y valiosa!
Stands realmente austeros, fuera florituras
Es un Silicon Valley a la irlandesa… o mejor aún… llamémoslo Silicon Ireland. Por supuesto, no abandoné el país sin probar el delicioso néctar negro de Irlanda (a parte de echar un ojo a algunas ideas fascinantes durante el evento).
¿Es la entrada de bajo al tema Dazed and Confused o está intentando coger el tono? ¡Y nosotros intentando pensar!
Yo era el único disfrazado… ¡De cibercriminal!
Esto es todo desde la isla esmeralda. Top o d’ day t’yurz!