Golden Gate & Golden State

¡Hola a todos!

Siempre había soñado con cruzar el puente Golden Gate de San Francisco y os informo que mi sueño se ha hecho realidad. Me llevó una hora cruzar la bahía (con muchas paradas para disfrtuar de las vistas y hacer fotos) desde el sur hasta el norte donde me esperaba mi compañero de viaje T.T., que había alquilado un coche.

¿Qué puedo decir? Las vistas desde el puente son espectaculares (no importa hacia donde mires). Desde lejos, se puede ver la ciudad de San Francisco y la famosa cárcel de Alcatraz, ahora convertida en museo. La isla es espeluznante y te hace sentir como si uno estuvieras en una película de Harry, el Sucio. Estaba esperando a que apareciera Clint Eastwood con su pistola Magnum en la mano.

Curiosamente, en algunas partes del puente no hay mallas metálicas que eviten que alguien salte al agua, algo que sucede con frecuencia. Me parecía raro que hubiese gran cantidad de señales de advertencia y teléfonos de emergencia, pero ninguna malla…

La historia de la construcción de este puente es fascinante, toda una proeza arquitectónica si tenemos en cuenta que se construyó en el año 1937. Dicen que es el puente colgante  más largo de todo el mundo.

¿Qué más os puedo contar? En el norte de San Francisco (cruzando el Golden Gate) se encuentra el bosque Muir Woods, un lugar muy bonito. Este parque natural está repleto de secoyas, que no sequoias (esos árboles tan enormes). Las secoyas son más altas pero más estrechas que sus gigantescos primos.

Aquí os dejo una fotografía de unos de estos árboles tan longevos… éste, en concreto, data del 909 d.c.. Los cortes indican que este árbol existía antes de la era de los mayas y los aztecas, antes de que Colón llegase a América y sucedieran otros muchos hechos históricos en el continente.

Es un lugar muy agradable. Os aseguro que pone de buen humor a cualquiera. Fascinado por estos colosos, T.T., de repente, rompió a cantar esta cancioncilla de campamento (lamento que sea en inglés):

“And in this field (and in this field), there was a tree (there was a tree), the bigg-est tree (the bigg-est tree), that you ever did see (that you ever did see).

And it grew, and it grew, and it grew, and it grew, and it grew, and it grew, and it grew, and it grew…

And the tree just kept on growing and growing and growing and growing and grow… (ing). 🙂

¡Advertencia! Aparcar durante los fines de semana es una auténtica pesadilla. Llegamos después del almuerzo y tuvimos que aparcar bastante lejos, a 20 minutos caminando de la entrada. Lo mejor es llegar por la mañana y visitar el Golden Gate en el camino de vuelta. Además, hay que tener cuidado cuando se aparque en la cuneta, o puede pasar esto:

Después, fuimos a Punta Reyes. Para llegar hasta allí, tuvimos que recorrer, dirección norte, una carretera increíble que bordeaba toda la costa.

Lamentablemente, cuando llegamos a Punta Reyes ya está anocheciendo y no pudimos ver la mayor atracción del lugar (los acantilados frente a la costa, los leones marinos y las focas). Lo dejaremos para el próximo viaje. Sin embargo, nos las arreglamos para hacer una visita rápida a la playa Drakes antes de dirigirnos a Silicon Valley.

Si queréis ver el resto de fotos, visitad mi perfil de Flickr.

¡Esto es todo por hoy! Pronto, os contaré mucho más.