Noviembre 11, 2022
11/11: Un resumen de los últimos 20 años
¡Hola, chicos!
Estamos de aniversario, ¡viva!
Nuestro sistema operativo ciberinmune, KasperskyOS, cumple hoy… espera. Bueno, eso no es del todo correcto…
Hace exactamente 20 años, el 11 de noviembre del 2002, comenzamos un viaje largo y muy significativo; un viaje en el que, de hecho, todavía nos encontramos. Un proyecto grande que, sin exagerar, cambiará (¡y ya está cambiando!) mucho el sector de la ciberseguridad global. Pero para obtener la historia completa de nuestro sistema operativo ciberinmune, debemos echar la vista atrás a sus humildes comienzos a principios de la década de los 2000…
Pero antes de retroceder 20 años, permitidme decir unas palabras. Hoy, 11 de noviembre del 2022, todos (a no ser que vivas en las cavernas) entendemos perfectamente la importancia crítica de la ciberseguridad. Se invierten billones de dólares en el tratamiento de los síntomas de las ciberenfermedades, pero prácticamente nada en el tratamiento de sus causas fundamentales. Y la única forma de romper el ciclo de estas curas constantes, es una revisión de la arquitectura de los sistemas informáticos. ¿Estás de acuerdo conmigo? ¿Sí? ¡Bien, gracias!
La primera vez que llegué a esta conclusión no fue hace 20 años, sino mucho antes, ¡en el otoño de… 1989! Cuando mi PC se infectó con el virus Cascade, se despertó mi curiosidad y me impulsó a comenzar a desarrollar una protección contra él y todos los demás cibercontagios.
Así, la curiosidad mató al gato comenzó todo. Esta fue la razón por la que apareció por primera vez nuestro V antivirus, se fundó Kaspersky Lab y, más tarde, por la que nos expandimos por todo el mundo.
12 años después de Cascade, entendí por fin la imperfección de los sistemas operativos existentes y la necesidad urgente de hacer algo al respecto en un nivel práctico (disculpadme por este viaje al paso, pero, después de todo, esta es nuestra historia).
Pude llegar a esta conclusión como resultado de la siguiente cadena lógica:
1) La delincuencia digital iba en aumento y con vistas a empeorar; es decir, en una mayor escala, más variada y compleja. Por tanto, existía incluso el riesgo de que, en algún momento, la industria mundial de la ciberseguridad no pudiera hacerle frente.
2) El principal problema era la deficiencia de seguridad de los sistemas operativos: tenían más agujeros que un queso suizo; en otras palabras, eran vulnerables. Simplemente era imposible que pudieran garantizar un nivel suficientemente alto de seguridad.
3) Los dos puntos anteriores llevaron a la siguiente pregunta: ¿podría crearse un sistema operativo que fuera seguro desde el principio? Es decir, seguro por definición y que pudiera demostrarlo arquitectónica y matemáticamente (lo que más tarde se conoció como “seguro por diseño”); un sistema operativo que no necesitara ningún antivirus: un sistema operativo ciber inmune.
Este tercer punto condujo a una serie de reuniones a las que asistía nuestro equipo de ingenieros/arquitectos/visionarios de primer nivel. La primera reunión, dado que todavía no contábamos con ninguna sala de conferencias, tuvo lugar en mi pequeña oficina en la sede central el 11 de noviembre del 2002.
No recuerdo lo acalorada que pudo llegar a ser la reunión. Sin embargo, sí recuerdo que éramos seis (¡y que todos salimos ilesos!). También recuerdo cómo la idea nos cautivó a todos y continuó haciéndolo en las reuniones posteriores, que se pudieron llevar a cabo a pesar de que todos estábamos más ocupados que nunca. Pero Roma no se construyó en un día, al igual que tampoco nuestro sistema operativo seguro: así que continuamos teniendo este tipo de reuniones durante varios años. Por cierto, decidimos trasladar el lugar de reunión al pub Fox & Pheasant en la calle Tverskaya en el centro de Moscú (no lo busques, hace mucho que cerró). Por tanto, las servilletas del pub nos sirvieron para garabatear las primeras ideas con respecto a los planes de nuestro sistema operativo. Todo muy científico. Pero me estoy apartando del tema…
En el 2005, nuestro proyecto de sistema operativo pasó de la etapa conceptual a la práctica: Andrey “Petrovich” Dukhvalov y su grupo pasaron por mi oficina un día para anunciar que habían terminado con la planificación conceptual y que era hora de buscar desarrolladores, dado que teníamos ¡cero experiencia en la arquitectura de sistemas operativos! Y así comenzó todo: gradualmente al principio y ganando impulso más tarde. A base de pruebas, investigaciones y muchos errores. En el 2006 obtuvimos nuestra primera patente sobre tecnología de sistema operativo (hoy tenemos 90 en todo el mundo). En el 2013 comenzamos la prueba beta del prototipo. En marzo del 2015, lanzamos la plataforma Kaspersky Security System y, un año después, llegó nuestro primer producto comercial: el conmutador de red Kraftway con tecnología de KasperskyOS. Y así seguimos, sin parar… A continuación: nuestro Kaspersky IoT Secure Gateway, luego nuestra Automotive Adaptive Platform y, recientemente, nuestro cliente ligero, que la pasada semana ganó el prestigioso premio World Leading Internet Scientific and Technological Achievement en la World Internet Conference en China, por nuestro logro científico y tecnológico.
Y seguimos avanzando: hemos planificado grandiosos proyectos con nuestro KasperskyOS a escala federal, estamos creando un ecosistema para desarrolladores (si estáis interesados, consultad esta página) y estamos viendo un gran interés a nivel mundial. Por lo tanto, el proyecto no ha sido en vano, todas esas reuniones en el Fox & Pheasant han dado sus frutos, al igual que todo lo relacionado con KOS. Todo este proyecto de 20 años ha sido la confirmación de lo que realmente creo: seguir adelante, a pesar de todo. O, como dijo Winston una vez en los momentos más difíciles: “¡Nunca te rindas!”.