Vodka – ¿Uniendo personas?

¡Aloha, gente!

Hoy os hablo desde Hawaii, EE.UU. Sí, la vida es buena para algunos :).

Nos alojamos en un albergue militar que normalmente sólo acoge a los soldados y sus familias (me registré aquí como un “familiar” de uno de esos “soldados” :)). El sitio es básico, pero perfecto para mí – ¡ya que está a 200 metros de un volcán (Kīlauea)! Pero voy a dejar el vulcanismo por ahora – más sobre eso en los próximo posts…

Como Vincent Vega dijo una vez, “verás, el rollo funciona así…”.

Antes de emprender una larga caminata por la ladera del volcán que acabo de mencionar, tuvimos que conseguir algunas provisiones – sobre todo comida y agua – así que entramos en un pequeño supermercado. Cuando tuvimos todo, y esperando en la caja, llegamos a inspeccionar la sección de bebidas alcohólicas (en la que también se puede encontrar Red Bull y chocolates de Hershey :)).Y entre las marcas internacionales habituales de whisky, ginebra y el resto, ¿qué vimos? … ¡Kamchatka Vodka! ¡En Hawaii!

Me dejó boquiabierto. Necesitaba un vaso de algo de 80% – pero no de esta botella. Volvamos a empezar.

Empecemos con lo primero – no hay ninguna marca Kamchatka Vodka en Rusia. Entonces: ¿qué diablos era esto? ¿De dónde venía? Bueno, la letra pequeña de la botella dice que el contenido venía de alguna destilería de “licor” de Kentucky. Más bien de un estanque de bazofia de Kentucky. Con un precio de 8,38 dólares por botella, nadie negaría que ese vodka tenía que ser malo.

De todos modos, decidí comprar una botella sólo por comprarla. ¡No para beberla! Sino para añadirla a mis variados chismes exóticos de todo el mundo :).

Pero espera… Las cosas empeoraron…

Al lado del Kamchatka había una botella de Popov, y en la siguiente tienda una de Karkov (creo que estaban pensando en la ciudad de Kharkov cuando inventaron esto) y, por alguna razón inexplicable, ambos tenían imágenes de la catedral de San Basilio en sus etiquetas. Bueno, esto dos impostores ya no los tocamos… Peor que Kamchatka. De todos modos, la broma con el Kamchatka ya se estaba agotando antes de que saliéramos de la tienda :).

Mal escrito, y con la catedral de otro país 🙂

Para ser honesto, me decepcionó. Pegar imágenes de Rusia en las etiquetas de bebidas alcohólicas de baja calidad producidas a mucha distancia de Rusia, y que encima esas imágenes sean tan estereotípicas y que a menudo ni corresponden con los supuestos “nombres de marcas”, bueno… es un poco… fastidioso.

Ok, ya he terminado de quejarme. ¡Sigamos!