La Fórmula 1 llegó a la ciudad de Austin, invadiéndola durante dos días seguidos. En la tercera jornada, la afluencia de amantes de la velocidad empezó a decaer. No obstante, todas las calles del centro se cerraron al tráfico para dar la bienvenida a los miles y miles de soldados fans de este deporte. No solo se cortaron las avenidas, tampoco se podía acceder a muchos restaurantes y bares por la cantidad de gente que había. Los más afortunados que consiguieron una mesa la habían reservado desde hacía semanas. Por cierto, en el bar Coyote Ugly había muy buen ambiente, casi “salvaje”. Todo el mundo estaba bailando y bebiendo.
Durante el Gran Premio, lamentablemente, Ferrari no experimentó la misma atmósfera que se respiraba durante la vida nocturna de Austin. No hubo cambio alguno en la clasificación general y ningún piloto rojo pudo celebrar con cava su podio. ¡Una pena!
Ferrari confía mucho en el nuevo monoplaza que estará listo para el Mundial del próximo año. Todo el mundo espera grandes cosas de este vehículo, sobre todo si está acompañado de los grandes pilotos de Ferrari, los mejores del mundo. Entonces nos toca esperar hasta el año que viene. ¡Maldición!
Aquí van algunas fotos del evento:
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