Septiembre 17, 2013
Magdeburgo, AVant garde
Hay un dicho en ruso que más o menos se podría traducir así: “aunque vivas un siglo, habrá suficientes cosas que ver para otros cien años”. En otras palabras, cuando crees haberlo visto todo, siempre habrá algo que te va a sorprender. Esto es lo que me ha pasado en mi último viaje a Magdeburgo, un lugar realmente sorprendente.
La ciudad es un poco provincial y aburrida (tan solo es mi opinión, al fin y al cabo, yo me paso la mayor parte del año en Moscú…). Tiene un río (el Elba) cuyas orillas son preciosas, un castillo (restaurado) con muros impresionantes y una catedral de estilo gótico. A parte de eso, no hay gran cosa. Bueno, excepto una que hace que todo el resto parezca una tontería…
En el corazón de la localidad hay un edificio de uso residencial/comercial conocido como La ciudadela verde de Magdeburgo. ¡Tenéis que ver qué colores, qué formas y qué originalidad! ¿Habéis visto algo así en vuestra vida?
El artista que creó esta obra arquitectónica tan diferente se llama Friedensrich Hundertwasser, y podemos definirlo como el Gaudí de finales del siglo XX. Éste es solo uno de los edificios en toda Europa central, los cuales transformó en obras de arte, adoptando un estilo llamativo y extravagante.
Este artista austriaco era un auténtico inconformista y a partir de ahora tiene un fan más, Eugene Kaspersky. Él creía que las personas no debían residir en casas que fuesen todas iguales. Pensaba que sus habitantes debían pintar los muros de los edificios y darles un poco de personalidad. Y no se refería sólo a los muros exteriores, sino también a las paredes de cada hogar. Además, Hundertwasser también transformó fábricas abandonadas en obras de arte vanguardistas.
Pero ya he hablado demasiado, aquí van algunas fotos:
Lo mejor de todo es que este edificio tan extraordinario es un hotel. ¡Ay, cómo me hubiera gustado alojarme allí! Estuvimos en un hotel boutique a poca distancia, muy bonito, pero el encanto de este edificio es incomparable. Bueno, ya sé dónde me voy a alojar la próxima vez…
El edificio es muy original, no tanto su nombre…
No tengo ni idea de cómo puede ser vivir en un edificio de estas características, no lo he experimentado. Me imagino que será un poco extraño al principio pero luego te acostumbrarás, como a casi todo. Cuando me alojé dos noches en el hotel Puerta América de Madrid, al final me acostumbré (de todas formas, sigue siendo un hotel muy extravagante y curioso).
Hay también unas pequeñas tiendas que venden cositas interesantes como éstas:
Además, hay cafés, un teatro y un parking subterráneo.
El centro de la ciudad es agradable, una mezcla interesante de elementos de la Edad Media y el “kunst” (arte) moderno.
Por ejemplo, la Catedral de Magdeburgo del siglo XVI tiene al lado una escultura vanguardista muy original que representa un conejo. A Sh dice que la estatua te llega a hipnotizar.
Bueno, dejando a un lado todo esto, os estaréis preguntando: ¿Por qué Eugene y sus compañeros están en Magdeburgo?
Aquí se encuentra la sede de AV-Test, empresa que se ocupa de hacer tests comparativos de los programas antivirus más importantes. Estuvimos allí para conocer, por fin, al equipo con el que trabajamos desde hace muchos años y para recibir el premio ‘Innovation Award 2013′, que nos otorgaron por nuestra tecnología de protección de transacciones bancarias online. Además, hablamos con ellos sobre las nuevas tecnologías antivirus, los problemas del sector y un largo etcétera. Bueno, una visita así siempre es muy útil para el negocio, ¿no?
Demasiadas camisas azules en una foto, ya lo sé
El kit de servidores indispensable para una empresa de este tipo
En Kaspersky Lab, apoyamos a esta industria. ¿Queréis saber por qué?
Su trabajo es duro, no es el mejor pagado del mundo, muchas veces nadie lo agradece y se necesitan importantes recursos humanos y económicos. Al mismo tiempo, ayuda mucho a las empresas de antivirus. No podemos seguir sin la contribución que nos aportan los tests independientes. El usuario necesita a alguien que le guíe durante la elección de su antivirus, hay demasiados anuncios y promesas que solo sirven para confundir al comprador. Además, las empresas de antivirus, gracias a estas pruebas, obtienen opiniones muy útiles sobre sus propios productos, identificando las vulnerabilidades.
Así, las empresas de antivirus ayudan a “pagar las facturas” de estas compañías. Esto supone encontrar un equilibrio entre la independencia de las opiniones sobre un producto y la inversión de capitales en estas empresas. En otras palabras, deben ser independientes pero, a su vez, escuchar las necesidades y los comentarios de las empresas de antivirus si no quieren ver desaparecer a sus inversores. Esto no significa que estos últimos les “empujen” de manera deshonesta hacia un producto u otro, todo lo contrario. Ahora me explicaré mejor.
Hay muchas maneras para mantener el equilibrio entre las opiniones independientes sobre un producto y las necesidades de una empresa antivirus. Una de éstas es tener siempre unos estándares muy altos, para que, por un lado se perfeccionen los procedimientos del test y, por el otro, las infraestructuras técnicas sean cada vez más desarrolladas.
Este enfoque es muy caro y tiene, además, sus consecuencias. Por ejemplo, cada vez son menos los productos de seguridad que cumplen estos parámetros estrictos y esto implica una menor financiación para los laboratorios de tests. Para evitar esto, en lugar de actualizar y mejorar las pruebas, se baja un poco el listón para que se puedan incluir también los productos de menor calidad.
Es lo que ha pasado hace poco en AV-Test y en Kaspersky Lab nos hemos quejado al respecto. En la nueva metodología que utilizan para certificar los productos domésticos, han eliminado el parámetro que evaluaba la capacidad de un antivirus para reparar un sistema ya infectado. ¡Eso supone volver al pasado! No obstante, es la forma que AV-Test ha encontrado para mantener el equilibrio entre independencia y seguridad económica. Desde nuestro punto de vista, es algo bastante negativo porque nuestros productos son muy buenos y esta actitud no reconoce nuestros esfuerzos. Además, las certificaciones simplificadas atraen productos de baja calidad y, sobre todo, hacen que las comparaciones no sean tan útiles como antes. Entonces, ¿qué hacer? ¿Comportarnos como niños y no hablarles nunca más? Eso no lleva a ningún lado…
Lo correcto era hablar con el equipo de AV-Test sobre el tema e intentar resolver el asunto, para que todos (y en particular los usuarios) saliéramos ganando. Y precisamente eso es lo que hemos hecho estos días. ¿Qué pasará después de esta charla? Sólo el tiempo lo dirá… ¡Cruzad los dedos!
Bueno, he hablado bastante de trabajo en este post. Echemos un vistazo a este maravilloso laboratorio…
Además de los ordenadores utilizados para los tests y otras herramientas, nos han enseñado una increíble colección de programas antivirus de todos los tipos:
Una pieza vintage, para todos los gustos
Después de nuestra visita a los laboratorios de AV-Test, cogimos la “autobahn” otra vez con destino Berlín y, a lo largo del trayecto, hemos visto cosas bastantes inusuales.
En un surtidor de gasolina había un cartel donde se pedía a los clientes que no se fijaran en los precios del monitor porque estaba estropeado. Lo curioso era que estaba escrito en varios idiomas, incluso en ruso. Google Translate tiene sus ventajas…
Luego nos encontramos con un salón de belleza cerca de Postdamer Platz en Berlín, ¡con la enseña en ruso! La verdad, no me esperaba encontrar algo así…
¡El pasaje entre el Berlín del este y del oeste! Ahora parece un puente normal que sirve para cruzar la “autobahn”, aunque no estoy muy seguro. ¿Alguien lo sabe?
En el post anterior sobre mi viaje a Alemania, ya os he hablado/enseñado de la rarezas de esta aventura.
En total, estuvimos viajando por Europa durante cuatro días; fuimos al Lago Balaton (Hungría), a Eisenach (Alemania) y, obviamente, a Berlín y Magdeburgo.
El resto de las fotos las podéis encontrar aquí.
Bueno, ya es hora de volver al clima más agradable (y no tan caluroso) de Moscú en septiembre. Parece más que estemos en noviembre, con toda esta lluvia constante… Nos toca descansar de nuestra vida “on the road”, así que no hablaremos de viajes por un tiempo.
¡Tschüss!