Abril 23, 2014
Un gran volcán en una gran isla
Las islas Hawái están formadas por una cadena de volcanes activos y extintos, así que hay bastantes manifestaciones de actividad volcánica diferentes, como cráteres, calderas, corrientes de lava, salidas de vapores sulfúricos u otras características naturales del subsuelo. Sin embargo, hasta ahora no se ha encontrado ni un único géiser, ni fuentes termales… Esto es raro, dado la cantidad de precipitaciones y los muchos ríos que se pueden encontrar – debe de haber algunas fuentes por aquí. Pero no las hay.
El origen geológico de Hawái es absolutamente único.
Por debajo de las islas hay una parte muy caliente del manto terrestre, o quizás un hueco en la parte superior del manto a través del cual sale magma muy caliente. La situación del agujero cambia a lo largo del tiempo con respecto a la placa tectónica: se mueven en relación. Más exactamente, es la placa que cambia su posición a lo largo del tiempo: “flota” lentamente sobre el manto. Por esto, el “agujero” se mueve progresivamente – después de millones y millones de años – con relación a la placa y las islas que están sobre esa placa. Es decir, las islas gradualmente se alejan de la bolsa de magma. Volcanes que fueron activos por millones de años se extinguen, las antiguas islas volcánicas se erosionan gradualmente, mientras que la lava encuentra nuevas maneras de erupcionar y aparecen nuevas islas.
En otras palabras, esta cadena de islas hawaianas es el resultado del movimiento de la corteza terrestre con respecto a la bolsa de magma caliente (el “hueco”) en el manto terrestre. Esto ya es todo en cuanto a la clase de volcanología de hoy.
La Isla Mayor es actualmente la más activa, las erupciones ocurren casi continuamente. La lava fluye, se desliza hacia el océano y expande el área de la isla. Sin embargo, en más o menos un millón de años, la actividad volcánica llegará a su fin, la isla se alejará progresivamente del punto caliente. En su lugar aparecerá una nueva isla volcánica por encima de este, en algún lugar al sur-este de la Isla Mayor.
Como ya se sabe, muchas veces los volcanes crecen tanto hacia arriba como hacia los lados. A veces crecen a una escala impresionante. Los dos volcanes locales – Mauna Loa (activo) y Mauna Kea (durmiente) – no parecen muy altos – ambos tienen alrededor de 4.200 metros de altura, ¡pero se han formados desde el fondo del mar!
Así que, si añadimos la profundidad del mar, que es alrededor de 5.000 metros, ¡entonces cada uno de los Maunas está en el rango de 9.000 metros de altura! Bastante asombroso…
Pero todavía hay otro factor importante.
Las imágenes informativas de volcanología en el parque nacional local afirman que el peso de los volcanes comprimió la corteza terrestre tanto que esta se hundió. Por lo tanto, la altura del volcán debe calcularse a partir de la profundidad de la corteza hundida – por lo que se suman otros 8.000 m. Por lo tanto, ¡la altura total de los volcanes es 17 kilómetros!
Esto no lo digo yo – lo dicen los dibujos informativos. Pero si es verdad, Mauna Loa-Kea no son solamente los volcanes más altos, sino también las montañas más altas de la Tierra. Están bajo agua. Lo que nosotros vemos son solamente los picos.
Este es el resultado de la erupción y los campos de lava de 1969-1974. Los habitantes ya han construido una carretera que lleva hasta aquí.
Y esta lava vino de la erupción que empezó en 1992 y que continúa hasta hoy en día. Una carretera “inundada”… Una señal de “Carretera Cortada” saliendo de la lava solidificada… una pequeña apocalipsis.
En total la lava se comió casi 10 km de la carretera. Me hubiera gustado haber llegado al otro lado del campo de lava. Fue una buena excursión de un día. Aunque tuvimos que tener en cuenta la falta completa de agua, y que los campos de lava no son exactamente planos, ni son una carretera asfaltada ni una pista en el bosque.
Lo que NO me gustó.
Demasiada seguridad. Carretera cortada, prohibido pasar, guardabosques asegurándose de que se respeten las normas…
¡No entrar! ¡Peligros volcánicos! ¡Área cerrada! ¿Qué pasaría si te tropiezas/caes/ahogas con los gases? Ni te dejan acercarte a algún cráter activo. Aquellos que realmente quieren ver el interior de un volcán activo están invitados a ir a Kamchatka – es posible allí…
Un camino cerrado al Kilauea, un cráter activo. Puedes seguir caminando o ir en bici por un kilometro en dirección del cráter, pero después está completamente cerrado. No tengo ni idea si hay algún hueco en la seguridad para evitar los cordones y los guardias.
Y ahora las cosas positivas.
¡El pico de Mauna Kea es maravilloso! Parece estar tan cerca (a sólo 1,5 horas en coche de nuestra cálida playa tropical), pero cuando subes a una altura de 4 kilómetros sientes el frío y el viento, la nieve y el hielo eterno… Recomiendo gorros y guantes.
Estuvimos allí cuando se puso el sol. La próxima vez me gustaría ver la salida del sol – la misma excursión en un día despejado y sin viento ni nubes también estaría bien.
En la cima de la montaña verás uno de los telescopios ópticos más grandes del mundo. Busqué en Google ‘los telescopios más grandes’, ‘los telescopios ópticos’… ¡Resultó ser muy informativo! Algo de lectura muy interesante de tarea :).
Y, por fin, la experiencia más inolvidable que he tenido en la isla – una excursión a corrientes de lava de verdad.
La compañía de tours lo describió como “una caminata fácil de solo 2 millas, sin escaladas, algunos charcos y pantanos – prepárate”. En realidad, resultó ser un verdadero desastre hawaiano.
Todo estaba bien cuando empezamos. Nos recogieron en el hotel a las 7 de la mañana y nos llevaron a un área de selva “ligera”, donde caminamos un poco y nos ofrecieron desayuno y café local, (las semillas de café en sí no son malas, pero cuanto menos se diga del “mejor café de la isla”, mejor). Más tarde llegamos a una cascada maravillosa. Era realmente hermoso; un salto de 135 metros, muy hawaiano.
Por la tarde llegamos por fin a la lava. Esta erupción continua comenzó en 1992, aunque de verdad es mejor ver la lava por la noche, cuando resplandece – durante el día es de color amarillo y gris y apenas visible. Es por eso que nuestro objetivo era llegar a la puesta del sol – para ver la lava a la luz del día y luego, en la oscuridad, seguido por una vuelta rápida al autobús para estar de vuelta en el hotel a medianoche. Sí, claro. ¡Los mejores planes y todo eso!
Con el fin de echar un vistazo a esta piedra líquida tuvimos que caminar 10 kilómetros (5 kilómetros en cada dirección) chapoteando por el barro, subiendo rocas mojadas y resbalosas en un bosque tropical, y de vez en cuando cayendo a través de las grietas y agujeros en estas antiguas capas de lava.
Nuestro guía-guarda explicó que hay “barro, barro bueno y barro malo”. Y “barro bueno es el que tiene un fondo”. Bueno, lo vivimos en abundancia. Además, este barro resultó ser de una muy alta calidad – después de un segundo lavado las manchas marrones de barro en mis vaqueros se volvieron un poco más claros, pero nunca se fueron por completo. ¡”Una caminata fácil”, dijeron! ¡Más bien fue un baño de barro!
La ida nos llevó 3 horas de chapotear por el barro y trepar por formaciones de lava; la vuelta duró 3,5 horas en la oscuridad, e incluso se apagó la linterna de una persona. Y tuvimos que esperar 2 horas más para que llegasen los rezagados… Además de eso, pasamos unas 4 horas en y alrededor de la lava – simplemente no podíamos irnos. Volvimos al hotel a las 6:30 de la mañana, pero la vista de la lava en fluyendo valió la pena. Al menos una vez en tu vida tienes que verla, pincharla con un palillo, encender un cigarro… ¡Un espectáculo impresionante!
Y algunas otras fotos interesantes para terminar.
Árboles en medio de lava volcánica – ni idea por qué están ahí:
¿Un árbol de Navidad?
¡Ha!
Simplemente “Bebe y Conduce”:
Esos es todo por hoy,
¡Hasta luego!