Abril 25, 2014
Vida en la Isla
Hoy me gustaría escribir sobre otros sitios en Hawái que me gustaron y que me impactaron.
Por alguna razón, le tomé cariño a un lugar llamado Waikoloa en la Costa Oeste de la Isla Mayor.
Es una pequeña ciudad (bueno, más bien un pueblo) con hoteles, playas y pequeñas casas, construida en medio de un enorme campo de lava que apareció a mitad del siglo XIX. La parte Oeste de la isla es seca y rocosa, mientras que la parte Este es húmeda, cubierta por selva y ciénagas. En la seca Costa Oeste, las corrientes de lava se han quedado desiertas durante más de 150 años, sin ver nunca algún tipo de vegetación. Pero entonces vino un hombre y decidió construir una ciudad-jardín en este desierto. Dicho, invertido y hecho, logrando una maravilla impresionante (y muy fotogénica). Aquí lo puedes ver tu mismo.
Todo alrededor está desolado, sin vida, con rocas ardientes y desesperación. Dentro de la ciudad hay vegetación, pequeñas palmeras, casas y, básicamente, un poco de paraíso, integrado casi elegantemente en el infierno volcánico que se extiende por kilómetros alrededor de este lugar.
Este es el hotel Hilton Waikoloa Village. Tiene su propia línea de ferrocarril (aunque sea pequeña, de apenas 200 metros de longitud, es muy chulo), barcos y una pequeña cascada. Pasamos por casualidad, la próxima vez me gustaría pasar un poco de tiempo aquí…
Esto es una carretera del siglo XIX que conectaba dos pueblos. Fue construido… bueno, lo puedes leer tu mismo:
Los guías locales dicen que en días pasados esos senderos atravesaban toda la isla y conectaban todos los pueblos polinesios. Eso es bastante guay – sin duda – pero no es una gran sorpresa.
Sin embargo, la respuesta a la pregunta de cómo esta gente polinesia llegó hasta aquí hace 1.500 años es realmente asombrosa.
En embarcaciones primitivas propulsadas por remos y velas, navegando guiados por el sol y las estrellas, viajaron miles de kilómetros desde tierra firme a tierra firme. ¿Cómo lograron eso? Simplemente no me lo puedo imaginar… Es aún menos concebible pensar en cómo podrían encontrar NUEVAS tierras en regiones desconocidas del océano, a miles de kilómetros de las islas y tierras firme que conocían.
Los guías locales dicen que los nativos hawaianos siguen viajando de esta manera. El conocimiento secreto de viajar largas distancias de isla en isla aún se conserva en las familias, transmitido de padres a hijos. Así que todavía lo practican – navegar guiado por las estrellas, a vela y remos. En un trayecto de dos semanas viajan a través del mar abierto a la isla “vecina” de Tahití… que está a 5.000 km. Eso es absolutamente alucinante. Es aún más increíble que fueran los primeros en descubrir Hawái, a pesar de no tener la menor idea de dónde estaba. Sin embargo, los arqueólogos afirman que los polinesios aparecieron por primera vez en las islas Hawái alrededor de los años 300 – 400 EC.
Esto significa que esos marineros recorrieron todo el Pacífico, miles de kilómetros de un tirón y se toparon con Tahití, Hawái, Isla de Pascua… ¡Hay pruebas de que llegaron a América del Sur mil años antes que Colón! ¡Incluso antes de los viajes de Erik el Rojo! Y todo esto en embarcaciones primitivas. Eso es mucho más guay que los exploradores marítimos europeos y sus grandes descubrimientos. Absolutamente increíble.
Aún así, lo que hicieron los europeos también tuvo su mérito. Solían navegar en tinas de madera defectuosas sin ninguna navegación GPS, y también tropezaron con islas desconocidas en medio de la inmensidad del océano, una tras otra. Así fue como el famoso capitán James Cook llegó aquí a Hawái. También fue asesinado aquí, en la Isla Mayor, el 14 de febrero de 1779, de acuerdo con su epitafio.
El explorador encontró su muerte en una pelea con los polinesios – y todo por unos pocos clavos.
Los habitantes locales robaron un barco, al parecer queriendo quitar los clavos de este, ya que, aunque tenían barcos en abundancia, no tenían clavos propios. Los hombres de Cook tomaron represalias y capturaron al jefe local. Como era de esperar, ofendidos por esto, los nativos persiguieron a los británicos y hubo una masacre en la playa. El barco de Cook anclaba cerca, pero el gran navegante – al igual que la mayor parte de su tripulación – no sabía nadar y nunca llegó a la seguridad. Al parecer, hubo una política en la marina británica de reclutar a personas que no sabían nadar, para que nadie pudiera escapar fácilmente de las naves… Eso es interesante. ¿Podría ser verdad?
Así que, lo que empezó como un pequeño robo terminó con la muerte del famoso navegante James Cook. Bueno, son cosas que pasan…
Hay una “lápida conmemorativa” en el supuesto sitio de la muerte de Cook. Se cree que fue asesinado en algún lugar cerca de ahí, en las rocas, al lado del mar. Un poco más lejos, hay un monumento blanco en un claro.
Una leyenda cuenta que el rey local dio ese claro del bosque a Gran Bretaña como compensación por la muerte de Cook. En teoría, este lugar puede seguir siendo considerado territorio británico. De hecho, supuestamente se ha cubierto por tierra traída desde Inglaterra. A.Sh. comentó: “Así que esto es territorio británico. Los pubs normalmente crecen en él.” Por desgracia, no se detectó ni un solo bar en la zona 🙂
Los guías locales hacen bromas acerca de la inscripción del monumento.
“Bueno, podrías llamar a esto ‘descubierto’,” dicen, sonriendo. En primer lugar, la isla fue descubierta por los polinesios, 1500 años antes que Cook, luego, los españoles hicieron una visita (y al parecer tuvieron un buen tiempo aquí, a juzgar por el ADN de los hawaianos indígenas), y sólo después de esto Cook llegó y “descubrió” las islas para sus compatriotas.
Por cierto, hay muy buenas excursiones en kayak al monumento de Cook. Como alternativa, puedes tomar una lancha: este es un lugar muy agradable para zambullirte con una máscara o un kit de buceo. Hay arrecifes de corales, peces y cangrejos, delfines, morenas, mantas y otros habitantes marinos. ¡Pero asegúrate de que tu cámara es resistente al agua!
Esto es todo acerca de la Isla Mayor de Hawái. Ahora conoces todas las respuestas a las cinco preguntas sobre Hawái. ¡Hasta luego!