Mayo 28, 2014
Mónaco silenciado
Pasión, velocidad y el sonido de los motores…
Bueno, al menos eso esperas de la Fórmula 1. ¿Pero ver un Gran Premio en directo?… Tengo que decir que, francamente, no tiene mucho sentido.
Los coches de carrera pasaban tan rápidos que te los podías perder si parpadeabas justo en ese preciso momento. Tiene más sentido verlo todo en la tele – donde tienes la ventaja de disfrutarlo a través de una grabación con múltiples cámaras filmando cada momento de la carrera. Además el tema es que puedes ver la tele en cualquier lugar del mundo. Pero lo máximo es cuando poder disfrutar de lo mejor de ambas cosas: ver la carrera en una pantalla colocada a pocos metros del circuito.
Observas la carrera en la pantalla, te giras para compararlo con la realidad, vuelves a la pantalla, y estás así durante todo el tiempo de la carrera. De este modo participas de verdad en lo que está pasando. Lo más chulo es observar la carrera desde boxes, donde se sitúa el equipo técnico y ver cómo las pit stops se realizan en un abrir y cerrar de ojos (¡así que nada de parpadear!)
Pero sólo hay dos formas de ver un Gran Premio desde boxes:
La primera, si eres uno de esos técnicos que cambian los neumáticos en tres segundos; o sea, eres un bio-robot hiperespecializado que se ha entrenado toda su vida para esos ocasionales tres segundos. Esos equipos técnicos suelen estar sentados en sillas plegables, viendo la carrera a través de las pantallas esperando las órdenes del mánager. Como he dicho, esa sería la primera opción.
La segunda opción: ver la carrera – en pantalla – desde los propios boxes, pero siendo uno de los pocos espectadores afortunados a quienes se les ha permitido que estén de pie apoyados contra la pared de boxes (sin estorbar a las personas que llevan monos). Pero estar de pie durante 90 minutos viendo la carrera en una pantalla… tampoco es tan guay.
Básicamente, lo mejor es cuando puedes tener un poco de todo, combinando el zumbido de la carrera con el reportaje detallado en pantalla y, también, visitar los boxes y las pit stops, estar en la parrilla de salida y también cerca del podio para la ducha con champán de los campeones. Sí, así es como hay que hacerlo. Te lo aseguro :). Y sí, supongo que he tenido suerte.
Algo de lo que no deberías prescindir es de contar con un entusiasta de la Fórmula 1 que explique a los debutantes qué es lo que de verdad está pasando en el circuito. ¿Por qué y cómo ese coche va más rápido? ¿Cómo se hace una parada súper rápida en boxes?
Pues… ahí estábamos, justo al lado del circuito, con una pantalla y las explicaciones de un experto: todo estaba listo…
¡Qué empiece la pasión por la velocidad!
¡Volved a levantar ese cartel verde!
Parece que he escrito mucho sobre cómo conseguir las condiciones perfectas para que llegue la euforia de la F1… Pero es sólo para demostrar que es un tema crucial. Pero bueno, voy a acelerar esto un poco…
La velocidad de los coches depende del circuito en el que están corriendo. Algunos son rápidos – en esos los coches pueden llegar a superar fácilmente los 300 km/h. Otros son relativamente lentos: el de Mónaco es uno de ellos y la Fórmula 1 tuvo su cita anual aquí este fin de semana.
El circuito discurre por el centro de Mónaco, es estrecho y tiene unas curvas especialmente cerradas. No se puede acelerar demasiado rápido y muchas veces tampoco se puede adelantar. Además, suele haber muchos imprevistos –un coche que se estrella contra una pared, una curva mal tomada (¡oh que mala suerte! Me refiero a Kimi), o humo saliendo del motor (¿no quedaba suficiente líquido refrigerante?). En resumen, este año ha sido fascinante y a tope de adrenalina.
Otra cosa que ha sido distinta este año del pasado: el ruido de los motores no fue tan alto. Antes, los coches de la F1 rugían con unos decibelios destructivos, ¡lo podías sentir en todo tu cuerpo! Pero esta temporada incorporaron una nueva legislación respecto a los motores – se han vuelto más pequeños y más “verdes” y, como consecuencia, también hacen menos ruido. ¡Ahora el coche de seguridad hace más ruido que los de competición! Puedes incluso tener una conversación a 10 metros de la pista y apenas tener que levantar la voz. ¡Cómo cambian los tiempos!
¿Pero por qué? ¿Para qué? ¿Por la contaminación, tanto atmosférica como acústica? Hmmm. Me sigue pareciendo una pena. ¡Devolvednos el volumen! Parece que no soy el único que pide esto – ¡la industria de los tapones para los oídos también quiere que vuelva el volumen!
Por supuesto, hay otra cara del Gran Premio de Mónaco… Las fiestas en la playa, las que se celebran toda la noche en los yates, y todo el surtido de glamour y exceso decadente que te puedas imaginar.
Hay yates anclados al lado del circuito mismo, pero hay una barrera ahí así que es imposible subir a bordo desde tierra.
Subiendo a los yates desde la proa. Pobrecitos.
Viendo Fórmula 1 desde un yate. Que glamoroso, ¿no?
Por cierto, tengo un corte de pelo nuevo.
¡Qué descarados! ¡Apuesto a que esos “asientos” no fueron muy caros, pero que vistas!
Todas las fotos están aquí.
Au revoir Mónaco. De vuelta a “Mosaco”…