Atsonupuri: El Aston Martin de los volcanes

Las islas Kurils son todas volcánicas. En las 56 islas que forman el archipiélago, hay un total de 68 volcanes, de los cuales 36 siguen echando humo.

Hay pequeños volcanes de hasta 2 kilómetros de alto, como también meras “espinillas” volcánicas. A través de nuestra expedición, subimos 7 de ellos, en total fueron alrededor de seis kilómetros alrededor del eje “y”, y como 100 en el eje “x”. Los ardientes volcanes que conquistamos fueron: Ebejo, Krenitsina, Ushishir, Zavaritskovo, Atsonupuri, Tyatya, and Mendeleyeva.

Afortunadamente,casi todos los que subimos no eran tan montañosos; a veces largos y tediosos, pero en realidad bastante accesibles. Es cuestión de avanzar tranquilamente, con los pulmones a tope, sudando un poco también y, sin darte cuenta, después de tres o cuatro horas, ya estás en la cima. En ese momento sientes que ha merecido la pena- la belleza, el desconcierto y el propio gozo de estar ahí. 360 grados de genialidad de lo que ves fuera y dentro del cráter. Luego hacemos ¡click! con la Leica, y de vuelta abajo otra vez. Esa fue la rutina la mayor parte del tiempo. Aparte del Atsonupuri, en la isla de Iturup…

El Atsonupuri es relativamente pequeño- en total 1.205 metros sobre el nivel del mar- ¡pero nos llevó unas buenas seis horas para llegar a la cima! Y por si no hubiese sido suficiente, los pescadores que nos llevaron a la isla decidieron que el mejor lugar para dejarnos era a dos kilómetros de donde comienza el camino hacia el volcán… en un pantano. ¡Gracias chicos! Aun así, conseguimos un vehículo parecido a un tanque todo-terreno :).

Nos llevó horas subir este volcán porque tuvimos que hacer montañismo con cuerdas para atravesar parte del camino. Luego todo se convirtió en algo pareceido a Rambo II en la selva, y encima con los pies mojados. Al menos los osos no estuvieron allí presentes en vivo- solo su… sip :).

Lo peor de todo fue el largo barranco que tuvimos que escalar. Más o menos formaba un camino a través de la selva, así que era el mejor camino para continuar, pero de repente pasó de ser un camino acogedor a un desfiladero de miedo, muy empinado, con troncos bloqueando el camino. ¡Recorrer sólo un kilómetro del Pasaje de Dante nos llevó tres horas (ida y vuelta)!

Después de eso, Dima, nuestro experimentado guía admitió: “¡Sabía que sería difícil, pero no una tortura!”

Cómo conquistamos ese infernal barranco en la isla de Iturup- por @e_kasperskyTweet

Podríamos decir que, en realidad, no fue tan divertido…pero luego, después de batallar durante unas horas, con las piernas muertas, exhalando y jadeando, y con el agua acabándose rápidamente antes de llegar al final…por fin… llegamos a la orilla del cráter, y vimos un volcán Somma. Estábamos como a doscientos metros de la cima. Una breve pausa para hacer unas fotos… Y otra vez de vuelta hacia abajo.