Septiembre 26, 2015
Kamchatka 2015 – Ilynsky – el Kempinski de los volcanes.
Siguiente parada: An-Kam-2015 – Ilynsky.
Este es un volcán grandioso. No hay duda alguna.
Cuanto más grande, mejor. O eso parece a primera vista… (mucho más desde abajo). De todos modos, decidimos casi impulsivamente llegar al punto máximo ya que la vista desde arriba prometía ser increíble, y claro, el clima lo permitía.
Así se ve el volcán desde la ventana del helicóptero y también desde la orilla del Lago Kurile:
Por cierto, este poderoso volcán es conocido como Ilynsky después de ser descubierto por los cosacos. ¿Qué estaban haciendo en estas tierras lejanas? Será algo que nunca sabré. Hmmm, tampoco sé cómo se llamaba cuando en su la lengua Itelmen. O tal vez no era un nombre itelmen. Tal vez algunas otras personas locales vivieron aquí. Quienes quiera que fueran, tenían resistencia, ya que el clima es desagradable. ¿Fueron los Ainu? ¿Tal vez nadie? No me sorprendería. El clima es tan desapacible que incluso los animales se alejan del lugar (excepto los osos que se han perdido en el camino). La flora local tampoco es del otro mundo. Todo lo que hay aquí es pescado, pescado, más pescado, osos, y (muchos) turistas ocasionales…
… Y los únicos turistas ocasionales ese mes – éramos nosotros. No sólo ocasionales, también ansiosos – por alcanzar Ilynsky como si se tratara de cualquier cosa. Especialmente para nosotros, que no estamos acostumbrados a tanta actividad física.
Efectivamente, nuestro ascenso se convirtió en algo parecido a una pesadilla de prueba en resistencia física. Nos llevó cinco horas llegar a la cima, todo esto, por supuesto, en dirección “arriba”. Se iban a escuchar toda clase de palabrotas, bueno, más bien cada palabrota se escuchó perfectamente y muchos gemidos y quejas. Fue duro. Sin paradas; sólo la pausas para comprobar que estábamos todos juntos y aún con vida, un bocado de chocolate y a aguantar la respiración, y así ¡nos fuimos alejando!
Pero… al menos – y al fin -¡¡¡¡¡¡¡Lo logramos!!!! Y valió la pena. Sólo echa un vistazo a esta vista e intenta opinar lo contrario…:
¿Qué puedo decir? No hay nada más que añadir realmente a estas fotos. Oh, tal vez esto: Espero que cada uno de los que estéis leyendo ¡lleguéis a estar aquí en el borde del volcán Ilynsky! Es, evidentemente, y categóricamente, una visita obligada si acaso existió alguna.
En la parte superior del cráter hay un arroyo que fluye desde la nieve a un pequeño… no es un lago, sino un estanque – o incluso un gran charco. De todos modos, este pequeño “lo que sea” contiene agua increíblemente fresca y sabrosa. Ahhhhh. Y es exclusiva. Sólo encontrarás agua tan exquisita aquí en la cima de Ilynsky – y, claro, después de que escales, quizás se convierta aún más exquisita.
¿Qué más?
Existe una característica principal de Ilynsky que los turistas se pierden (nosotros, por supuesto, no somos turistas comunes y corrientes). Esta es: Si miran hacia abajo y fuera desde el lado oriente del borde del volcán se puede ver un gran agujero en la base. Parece que es el resultado de una erupción catastrófica, literalmente voló la tapa de esa parte del volcán. Por desgracia, ningún medio ha mencionado la causa del agujero o la causa. Y eso me causó más curiosidad: la próxima vez vamos a tener que bajar y echar un vistazo más de cerca. Y/o verlo desde el otro ángulo, desde la cima del volcán vecino Zheltovsky.
Sí, parece que este misterioso agujero se vería mejor desde el volcán Zheltovsky, que domina el paisaje de alrededor. Habíamos planeado visitarlo, pero… lo adivinaron, por desgracia el tiempo tenía otros planes para nosotros. Bueno. La próxima vez subiremos.
Se preguntarán cómo llegamos a Ilynsky. Quiero decir – a la base desde nuestra “base”. Simple y un poco burguesa la respuesta: ¡en helicóptero!
Sin embargo, no todo el camino lo recorrimos en helicóptero. El plan original era que nos dejaran tan cerca del volcán como fuera posible. Pero como lo mencioné, el mal tiempo no dejó al piloto tener una gran visibilidad, por lo que, después de volar de aquí para allá por un buen tiempo, nos dejaron dios sabe dónde y ¡tuvimos que conformarnos con esto! No es que fuera culpa del piloto: logró un gran aterrizaje a pesar de todo. El único problema: “eeehm, entonces, ¿dónde estamos?”.
¡Como pueden ver en las fotos, nos dejaron entre los matorrales!
Al día siguiente, después de acampar toda la noche cerca de la cima del volcán, el descenso de vuelta por el lado del volcán no se hizo esperar, ya que queríamos volver al helicóptero lo antes posible y regresar a la civilización después de dicha caminata y un día agotador. Así que nos apresuramos para bajar, abajo, abajo, a través de la selva y por la nieve, caminando cerca de un lago…
… Sin embargo, hay algo que le faltaba a la orilla del lago dónde nos encontrábamos: el helicóptero.
Bien, esperar a la orilla del lago podría ser una actividad placentera, incluso se podría pescar mientras, sin embargo, así es como estaba el Lago Kurile, con una alta probabilidad de convertirnos en presa de… ¡osos pardos! Vaya..
Resultó que no sólo habíamos pasado la noche en un camino de osos, sino que habíamos descendido y sentado justo en el medio de – ¡la guarida de un oso! Sí, miramos a nuestro alrededor y vimos cómo convergían ¡cuatro diferentes “caminos” de osos! Si alguna vez existió la película ‘Encallados en la guarida de los Osos’, ¡habría sido filmado aquí!
Naturalmente, no queríamos quedarnos ahí encallados, así que – llamamos por walkie-talkie al equipo del helicóptero. No obtuvimos respuesta. ¡Así que prendimos algunas bengalas!…
Me encuentro escribiendo esto ahora, lo cual prueba que el helicóptero nos encontró con vida, después de estar varados en hábitat de osos e incluso antes de ser devorados por estos animales hambrientos. Los detalles de nuestro ‘rescate’ son bastante divertidos pero os los contaré en otro post…
Todas las fotografías de An-Kam están aquí.