El siguiente capítulo de mis viajes por Grecia es Atenas. Tuve un día libre entre reuniones de trabajo para echar un vistazo rápido a la ciudad.
Aunque he visitado casi toda Europa a lo largo de los años, por alguna extraña razón nunca había estado en Atenas. Lo que lo hace especialmente extraño es el hecho de que los restos históricos me encantan. Y, como todos sabemos, Atenas los tiene a montones…
Para mí, hay algo infinitamente fascinante en estos templos, casas (o, mejor dicho, ruinas), puentes de piedra y enormes “ladrillos” de piedra que componen las construcciones… todo esto fue creado hace miles de años por personas como nosotros. Bueno, sin smartphones ni reality shows, pero sí con las mismas características humanas: tener problemas, experimentar alegría o tristeza, el nacimiento y la muerte. Caminaron por aquí, se enamoraron aquí, envidiaron aquí, se emocionaron aquí, construyeron aquí y destruyeron aquí. Todo eso hace miles de años. Aquí, en Atenas, en lugares como la Acrópolis o el Partenón.
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