Fin de semana volcánico

El vulcanismo es uno de mis pasatiempos. Me encanta escalar volcanes por todo el planeta. Hay algo en su belleza, poder, vandalismo, infamia, vitalidad, ardor, lava, cráteres, calderas, lagos… ustedes entienden.

Pero hay algo del vulcanismo que puede ser un poco doloroso: normalmente se necesitan varios días, o incluso hasta que varias semanas, para poder envolverse bien. Porque los volcanes tienden a ser enormes, inaccesibles y a menudo se presentan en conjunto. Pero un día escuché sobre el Monte Aragats: el esencial “fin de semana volcánico”.

Y aquí está. Como podéis ver, no se encuentra alejado de la capital de Armenia – así que podemos tachar la casilla de “inaccesible” de la lista. Es grande y tiene más de un pico. Todo esto justifica que se necesite un fin de semana :). Pero basta de palabrerías, mirad las fotos:

Se trata de un volcán muy viejo, y así se ve: bastante arruinado a lo largo de los miles de años; pero esa solo es la mitad de su encanto.

Tiene 4 picos, el más alto mide 4 900 metros sobre el nivel del mar. Aquí está:

Por desgracia, subir al pico más alto nos hubiera tomado más de un fin de semana, y un poco más de preparación (no hicimos ninguna). Por lo tanto, decidimos escalar los picos oeste y sur; y no son mucho más bajos: miden 4,007 y 3,879 metros respectivamente.

Aquí estamos, en el pico oeste:

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No tomar un poco de la mejor bebida de este país hubiera sido algo impensable e inadecuado :)…

Caminar cerca de 4 kilómetros sobre el nivel del mar no representa ningún problema para un turista con una condición física promedio. Sin embargo, si corres hasta allí sin ningún tipo de proceso de aclimatación, escucharás un zumbido y a sentir un temblor en el resto del cuerpo (mal de altura). Por eso lo mejor es tomarse el ascenso con calma; así también disfrutarás del fantástico panorama.
Las partes más complicadas son donde tienes que escalar por rocas sueltas. Siempre es lo mismo, es relativamente complicado, aunque no se necesita usar el equipo completo de alpinismo para recorrerlas…

Y aquí estamos, en el pico sur:

Esta es la vista desde ahí arriba:

Antes de que pudiésemos decir “¿brandy o coñac?”, llegó el momento de iniciar nuestro descenso para bajar al lago…

El Lago Kari y la vista desde el pico sur:

El agua del lago alcanza los 5 grados centígrados en verano, ¡eso es suficiente para un rápido chapuzón! Quizás no haya sido el chapuzón más frío que he tenido, pero estoy seguro que sí ha sido el más alto – a 3 200 metros sobre el nivel del mar.

Después de nadar, cenamos a un lado del lago. Y, por primera vez en mi vida, probé el jash de Armenia.

Bien, no soy un comensal quisquilloso. Pero, seré sincero… con todo respeto, no fue mi platillo favorito. En realidad no me gustó el sabor. Ni un poco. Afortunadamente, también había carne en el menú, ¡Fiuf! Necesitaba comer algo después del montañismo 🙂

Y ese fue nuestro “fin de semana volcánico”: llegamos el viernes por la noche y dormimos en un hotel (mejor dicho en unas tiendas) a un lado del lago, en la mañana subimos a algunos picos y volvimos al campamento por la noche.

Iniciamos la sesión de senderismo del sábado temprano (a las 7 h) – y volvimos a las 17 h. Pero en ese tiempo escalamos 2 picos e incluso tuvimos tiempo para hacer algunas paradas y cubrir el “programa cultural”.

Todas las fotos de nuestro viaje a Aragats están aquí.

¡Pero eso no es todo! Quiero hacer una mención aparte para el Observatorio Byurakan, que está entre Ereván y Aragats.

Tiene mucha historia, pero, por desgracia, en la actualidad ya casi no opera. Los telescopios como este necesitan de mucha inversión, pero, desgraciadamente no hay mucho dinero disponible. Sin embargo, resulta que este nunca ha sido el lugar ideal para el estudio de las estrellas: el polvo atmosférico, la luz y el aire caliente de Ereván impiden la visibilidad.