Duro día de rodaje en el desierto

¡Hola! Adoro mi trabajo. A veces es realmente divertido. Pero, otras veces, es increíblemente divertido, como hoy…

Ya era hora de reponer el arsenal de fotos corporativas, así que pensamos en hacerlo bien y dónde sino, que en un lugar remoto de Arizona. La pista de aterrizaje del Aeropuerto de Sedona , en una colina en medio del desierto, fue el lugar elegido para la sesión fotográfica, la cual se prolongó durante seis largas horas. Elegimos al fotógrafo de las estrellas Jonas Fredwall Karlson, después del gran trabajo realizado, hace ya algún tiempo, con la imagen de un artículo de la revista Vanity Fair. ¡Sabe lo que hace!

Sedona es un lugar muy popular para los integrantes del movimiento New Age. Tiene unas vistas increíbles. ¡Únicas! Lo más familiar en este paisaje tan desconocido para nosotros fue el jet con el que volamos; ya lo habíamos usado en más ocasiones, pero nunca aterrizando en lo alto de una colina en medio de la nada (era la primera vez).

Permitidme que retroceda unos días antes. Todo comenzó con un pequeño viaje en el tiempo, al estilo Regreso al Futuro Dr. Who (vosotros elegís vuestra favorita). El 1 de noviembre sobre las 17.00 h (horario de Tokyo) partimos de la capital nipona y atravesamos el océano Pacífico para aterrizar en Los Ángeles (California) a las 11.00 h del mismo día (1 de noviembre). Doctorin’ the Tardis o ¿qué?

Después de ganar tiempo al día, me duele decir que todo fue en picado. Tuvimos que espera dos (¡DOS!) horas para pasar el control de pasaporte, aduana… y para empeorar la situación, este tiempo estuvo aderezado con un “Me importa un pepino” del “servicio” americano en cada turno. Me imagino que las impresiones negativas eran aún peores al haber estado (más tarde ese día) en Japón. ¡Qué contraste!  De todos modos, sigamos con el tema… en estuvimos (¡sorpresa, sorpresa!) muy ajetreados. Primero, una charla en UCLA, luego nos reunimos con los socios regionales hasta las tantas. Y a la mañana siguiente, tomamos un vuelo con dirección a Sedona.

Campus UCLA

Vista de la llegada al aeropuerto. Aterrizamos poco después.

Algunas fotos de los alrededores

¡Ése no es nuestro avión!

¡Éste es el nuestro! ¡No todo es trabajar, trabajar y trabajar!

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