Esclusas, nuevas oficinas y 60 piedras misteriosas

¿Qué tal amigos?

Ya he perdido la cuenta de las veces en las que he estado en Londres. Ni mucho menos puedo cuantificar los kilómetros que he recorrido andando por sus parques, calles y orillas. Pero hasta ahora, nunca había dado un paseo por los canales que remontan a la época de la Revolución Industrial.

Esclusas, agua y dos árboles

Os recomiendo visitar esa parte no tan conocida de la capital del Reino Unido. Se trata de una red de mini canales que antes conectaba Londres con el resto del país, a través de la cual se podían enviar los productos y las materias primas en ferry.

En Reino Unido hay miles de canales y, hasta el siglo XX, para enviar los productos a toda Inglaterra viajaban unos barcos largos y estrechos llamados “narrow boat“, que pasaban también por las esclusas. Ahora los canales se utilizan por ocio, y tanto los británicos (Tres hombres en un bote) como los turistas extranjeros disfrutan navegando por ellos. Algunas personas incluso viven en los narrow boat. Por ejemplo, en los setenta Richard Branson, durante los primeros años de su Virgin Records, vivió aquí durante un tiempo.

Aquí os muestro algunas fotos de los caminos de Regent’s Canal. Son bastante estrechos pero son perfectos para dar un paseo o para ir en bicicleta. Este canal conecta la capital con el norte de Inglaterra, donde antes se ubicaba la mayoría de las empresas textiles y de metales pesados del país.

En el siglo XIX había edificios industriales y comerciales; ahora hay edificios residenciales nuevos y muy caros que desentonan un poco con la antigüedad del canal

Cada capitán que navega por estos canales tiene una llave especial que abre las esclusas. Cuando está “aparcado” el barco dentro de la esclusa, insertando la llave, el agua sube y baja para llegar al nivel adecuado. Luego se abren las puertas de madera y el barco puede salir de la esclusa. Es un espectáculo que merece la pena ver. Nosotros lo hemos hecho y así nos hemos convertido en “gongoozler“: término que define a las personas  que se paran a ver cómo se abren y se cierran las esclusas. 🙂

Ésa es la llave

También es interesante dar un paseo por la zona y disfrutar de las bellezas arquitectónicas; hay un montón de antiguos almacenes reconvertidos en tiendas modernas. Es bonito ver cómo se ha mantenido la antigua estructura de ladrillo, fusionándola perfectamente con un ambiente más vanguardista. Un estilo retro futurista.

El estilo retro futurista del que os he hablado

Creo que hemos recorrido kilómetros y kilómetros, desde Kings Cross a Paddington y Little Venice.

La ruta de los campeones

Cambiando de tema, como anunciamos la semana pasada,  ya tenemos nuestras nuevas oficinas europeas en Paddington. El sitio es perfecto, o por lo menos lo será cuando se hayan terminado los últimos retoques. Muy pronto estaremos de mudanza otra vez, porque los trabajadores tendrán que trasladarse hasta aquí desde Oxford.

Nuestro futuro paraíso: las oficinas

Aquí es donde se ha encontrado el famoso Oso peruano

Durante nuestra estancia en Gran Bretaña, ¡tuvimos la oportunidad de visitar Stonehenge! Era algo que deseaba hacer desde siempre; ¿pero a quién no le gustaría ver en persona un lugar con 5.000 años de antigüedad, donde respirar historia y vivir el misterio que rodea a la civilización de los druidas? Bueno, después de tanta espera, la verdad es que salí de ahí un poco decepcionado. Claro, entiendo que es un cementerio-observatorio de la época del Neolítico, un testigo de milenios de historia, un verdadero misterio pero… no me ha dejado boquiabierto, en fin, no me ha entusiasmado. Muy raro. Tal vez, estoy demasiado mimado y he tenido la suerte de ver in situ lugares realmente impresionantes.

Me he estado preguntando cómo consiguieron los antiguos druidas mover estas enormes piedras a través de los bosques, pantanos, colinas… para, luego, instalarlas verticalmente y poner otras piedras encima.  Nadie lo sabe…

De todas formas, hay que visitar Stonehenge una vez en la vida. Así que, si estáis en Londres y tenéis una tarde libre, os aconsejo ir. Además el sitio está solo a 130 kilómetros de la capital.  Lo único es que en verano hay muchos turistas, así que tal vez hace falta reservar con anterioridad. Mejor ir en invierno cuando haga buen tiempo, como he hecho yo.

Todas las fotos (de los canales, de las nuevas oficinas y de Stonehenge) las podéis ver en mi página de Flickr.

Esto es todo por el momento. ¡Hasta pronto!