Junio 14, 2013
Impresora 3D en la lluviosa Baviera
Hallo ihr Alle!
Mientras el sol lucía y hacía calor en Londres, no muy lejos de la capital británica, en Centroeuropa, sufríamos las inclemencias del tiempo. Baviera se despertaba con el cielo encapotado y una lluvia infinita… nada que ver con lo que se espera en el mes de junio.
Estuvimos en Alemania, a las afueras de Munich, en la edición anual de la conferencia organizada por Deutsche Telekom, 24 Hours Conference. Este evento reúne a una selección muy heterogénea de delegados de diferentes países e industrias para debatir los asuntos más candentes de la actualidad y compartir nuestros sueños para un futuro mejor.
Por supuesto, tenía un hueco reservado en la sala sobre “Seguridad”. Mientras la buscaba, observé otros “temas” interesantes escritos en los carteles de las puertas; el más intrigante era “Impresoras 3D”. La curiosidad se apoderó de mí y cuando asomé la cabeza en la habitación, me encontré con una impresora 3D en carne y hueso.
Básicamente, el dispositivo es una estructura cuadrada con un tubo por donde fluyen hilos de plástico líquido que construyen lentamente… cualquier cosa que se haya programado… o mejor dicho, cualquier chisme pequeñito como los que se muestran en las siguientes fotos:
Antes de que os animéis con el artefacto, os tengo que decir que la impresora es realmente lenta y los objetos que construye son bastante inútiles. Por supuesto, el dispositivo todavía está en fase de desarrollo y necesita mejoras. Dicen que será capaz de esculpir cualquier cosa dentro de poco tiempo. De hecho, lo que se discutía en la sala era, exactamente, las implicaciones de “cualquier cosa” (estoy seguro de ya habréis leído sobre este tema en Internet). En cambio, yo estaba más interesado en otro asunto… me preguntaba qué industrias y negocios desaparecerán cuando aparezcan en el mercado las impresoras 3D de alta calidad. ¿Será solo cuestión de tiempo? Después de todo, los libros de historia están repletos de relatos que explican cómo las nuevas tecnologías terminaron con los viejos fabricantes y servicios, afectando al desarrollo socioeconómico de países enteros e, incluso, de la civilización moderna. ¿Con qué terminará primero las impresoras 3D?
Por ahora, creo que serán útiles para construir juguetes. Nos descargamos de Internet el modelo, lo personalizamos como queramos, programamos la impresora y en unas horas tenemos un muñequito. Si yo trabajara en Lego, estaría preocupado y, también, me leería la Historia de la Encyclopaedia Britannica.
¿Qué otras cosas aniquilará las impresoras 3D?
¿Las pastelerías (también se debatió el tema de la comida 3D)? ¿El mercado de las armas de fuego? Bueno solo tenemos que esperar y comprobarlo por nosotros mismos…