EN KIMBERLEY, AUSTRALIA. PARTE 3.

¡Qué tal todos!

Después de nuestras primeras incursiones en el maravilloso mundo australiano llamado Kimberley, llegó el momento de dirigirnos a la parte infernal de la región – la sabana, cerca del Gran Desierto Arenoso. También hay mucho que ver por ahí.

Ahora, si viajas 300 km aproximadamente en dirección al este de Broome y por alguna razón te quedaras tirado en temporada seca, sin transporte o teléfono por satélite… seguramente te morirías sin agua. Encontrarían tu esqueleto momificado después de dos o tres semanas o, mejor dicho, desaparecerías después del festín que se montarían las termitas contigo. Sí señor…este lugar es un territorio desértico, desolado, totalmente despoblado, una sabana desértica de miles de kilómetros y sin carreteras.

Eeem. Ese párrafo ha sonado muy macabro. Dejadme intentarlo otra vez…

Si viajas 300 km hacia el este de Broome, acompañado de guías de confianza y con transporte y comunicación asegurada, entonces es muy probable que llegues al parque nacional de Windjana Gorge, aquí. Si los tablones de información turística son de fiar, aparentemente hace 360 millones de años, durante el periódico Devónico (el periodo en el que aparecieron los anfibios), esto era la costa y debajo de las olas del mar se formó una barrera de coral…

(Ejem, de todas formas, creo que esto es demasiado. Tendré que ir directo al grano).

En fin… después el nivel del mar cambió de manera que podíamos ver la barrera, que ahora es una formación rocosa. Es la cresta que se ve en la siguiente foto y que atraviesa de manera incongruente la sabana soleada australiana:

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Este río ha horadado una garganta profunda a través del coral durante millones de años:

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Aquí están los detalles geológicos históricos:

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Hemos tenido que bajar a esa garganta… mmm, ¿quién diría que pescar aquí sería físicamente posible, pero prohibido?

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Aquí está la entrada a la garganta:

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Estas son criaturas prehistóricas de la época Devónica. ¡Unas piedras de 360 millones de años! Al cerebro le cuesta pensar en esa cantidad de años.

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Vale, esta playa tan bonita merece la pena visitarla, pero no quedarse mucho tiempo. No encontramos nada del otro mundo. Si alguna vez vienes, procura solo caminar medio kilómetro más después de pasar la garganta, y vuélvete.

Y ahora algo completamente diferente…

…¡Cocodrilos!

Pueden llegar a ser ASÍ de grandes:

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…y ASÍ de gordos:

FuenteFuente

Incluso ASÍ de urbanizados:

18Fuente

Ah, sí… mejor que veas todos- ¡aquí! Sólo no se lo enseñes a los niños, a mujeres embarazadas, o no lo veas antes de dormir.
Pero bueno, ¿a dónde iba con esto?
A este río…

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…Dentro viven los cocodrilos que, a pesar de ser pacifistas, es mejor que no te acerques mucho para no despertarlos.

Más adelante tuvimos que lidiar con un contratiempo bastante inesperado…

Llegamos a Windjana desde el avión en autobús y después de nuestras caminatas tuvimos que coger otro autobús más. Sin embargo, cuando llegamos al punto de reunión, ¡ya se había ido 15 minutos antes de la hora establecida! ¿Pero qué koalas? ¡Nos cogió por sorpresa ya que estábamos acostumbrados al buen servicio australiano!

¿Qué podíamos hacer? Al final tuvimos que negociar con los aborígenes (que trabajan como guardabosques aquí). Después de media hora de negociaciones, accedimos a pagar una cantidad razonable para movernos y nos montamos en la parte de atrás de una ranchera y nos dirigimos felizmente a la misma dirección que el autobús.

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Uno de los momentos más tensos de la negociación:

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La siguiente foto resume nuestro humor perfectamente. A pesar de que el autobús nos dejara tirados, pasamos un buen momento montados en la ranchera. Al final nos alegramos de que el autobús se fuera sin nosotros. Aceptémoslo, ¡no nos vamos a olvidar este viaje tan movido en nuestras vidas!

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Eso es todo por hoy, amigos.

El resto de fotos están aquí.

Estaré de vuelta con el siguiente post tan rápido como el movimiento de la cola de un koala; si es que tienen cola…

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