La guía definitiva de las Islas Kuriles

Las Islas Kuriles son desoladoras, así de claro. Un clima extremo, escasas conexiones con el continente, un incremento de un 100% en los precios de todos los productos importados (y casi todos los bienes son importados del continente ruso), y una constante amenaza de desastres naturales como ¡erupciones volcánicas, terremotos y tsunamis!

Hay que ser un tipo duro para sobrevivir aquí; y más duro aún para llegar a enamorarse de este lugar. Aún así, hay cosas que sí merecen la pena, solo hay que saber dónde mirar…

La suma total de km2 de tierra de las islas Kuriles es ligeramente inferior a la de Israel o Eslovenia, o aproximadamente la mitad del tamaño de Bélgica. Sin embargo, su población es sólo de cerca de 20.000 habitantes, la mitad de los cuales vive en tres ciudades: (i) Severo-Kurilsk (Norte-Kurilsk), (ii) Kurilsk, y (iii) Yuzhno-Kurilsk (Sur-Kurilsk). Todo muy lógico.

Sorprendentemente, las dos primeras tienen el estatus oficial de ciudad, sin embargo, la suma de sus habitantes es más pequeña que la de la tercera, que está considerada oficialmente un “asentamiento de tipo urbano”. (¿Lógico?) También hay un par de aldeas minúsculas, además de pueblos estacionales de pescadores, que resucitan en verano después de haber hibernado durante el invierno.

¿Cómo es vivir en las islas Kuriles?

Yo no he vivido allí, pero imagino que no debe ser fácil – especialmente para aquellos que están acostumbrados a un estilo de vida urbano y moderno, con casi todo al alcance de la mano. Además, sólo vislumbramos un poco de la vida en las islas Kuriles y durante un verano inusualmente clemente. De todas formas, esto es lo que te puedo contar sobre este lugar…

1ª ciudad: Severo-Kurilsk, Paramushir

Si viajas de norte a sur a lo largo de la cadena de islas Kuriles, tu primera parada es Severo-Kurilsk, en la isla de Paramushir. Está a una noche de distancia de viaje en barco desde Petropavlovsk-Kamchatsky, la capital de la península de Kamchatka. Me recordó inmediatamente al tren Moscú-Helsinki: subes por la tarde, disfrutas de una buena noche de sueño (o no – mejor de una buena noche de fiesta), y estás allí por la mañana (hice esto bastantes veces a finales de los años noventa).

No hay vuelos regulares a Severo-Kurilsk ya que no tienen aeropuerto. No estoy seguro de que se pueda volar en helicóptero desde Kamchatka hasta la isla, y además sería demasiado caro. No obstante, hay un helipuerto, quizás hay helicópteros que vuelen hasta aquí…

No puedes aparecer en Severo-Kurilsk de repente. Las Islas Kuriles son un territorio fronterizo, así que necesitas un permiso previo de las autoridades. Después, cuando llegas, lo primero que haces es registrarte con un funcionario local.

Así es como empezó nuestra experiencia en las Islas Kuriles: un guardia fronterizo nos recibió en la “ubicación X “designada en una playa volcánica. Revisó a todo nuestro grupo, uno por uno, con una lista donde iba asociando con cuidado fotos y nombres. Algunos miembros del grupo se irritaron un poco por su actitud y mal humor, y empezaron a quejarse. Mala idea. Con un rostro carente de emoción alguna, el oficial dijo de manera cortante, “Ahórrate el sarcasmo,” y nos dirigió una mirada que indicaba claramente que era mejor obedecer.

La foto parece un poco antigua… pero ¡soy yo! Lo prometo 🙂

Una vez terminadas todas las formalidades, y tras asegurarse de que toda la lista, pasaportes y caras coincidían, subimos a un autobús y nos dirigimos a la ciudad.

Parece que el destino nos tenía preparado un día miserable. Poco después de la cálida bienvenida del guardia fronterizo, lo primero que descubrimos de Severo-Kurilsk fue que sufrió un trágico accidente natural hace más de 60 años. Por desgracia, la ciudad fue fundada originalmente en la parte de la isla que da al océano Pacífico. Mala idea. En 1952, un tsunami borró la ciudad del mapa, matando a casi la mitad de su población. La tragedia se mantuvo en secreto según la tradición soviética, sólo para ser desclasificada en la década de los noventa después de la caída de CCCP. Tras el desastre, Severo-Kurilsk fue reconstruida a una distancia segura de la costa. A día de hoy, la catástrofe perdura en la memoria de sus ciudadanos.

Monumento en memoria de las víctimas del tsunami

“Zona a rischio tsunami. In caso di terremoto, correre in direzione di una zona più elevata”.

Las ruinas que dejó el tsunami a su paso en el casco antiguo de la ciudad presentan un espectáculo deprimente: edificios esqueléticos, las calles cubiertas de maleza como consecuencia de la enorme oleada que las cubrió de arena, maquinaria oxidada de todo tipo que fueron abandonadas tras la catástrofe. Todo es abandono y decadencia. No se llevó a cabo ninguna operación de limpieza. Un espectáculo penoso, especialmente al atardecer bajo una fría llovizna (nos llovió la mayor parte del día).

El nuevo Severo-Kurilsk es sorprendentemente acogedor. No es ni por asomo el lugar más animado en la tierra, pero era mucho mejor de lo que me esperaba.

Hay tiendas, un salón de belleza, parques, una guardería y un colegio, monumentos, una iglesia, un ambulatorio recién reformado… incluso un hotel para alojar a no demasiados huéspedes. Es cierto que no dispone de las comodidades a las que algunos de nosotros estamos acostumbrados, pero tiene básicamente todo lo que una persona necesita para sobrevivir en su día a día.

Niños, poneros las botas de agua

Algunos de los bloques de viviendas están recién reformados; otros transmiten una sensación peor, sobre todo cuando hace mal tiempo (que es casi siempre). De hecho, no tengo nada claro cómo la gente sobrevive al invierno en estos barracones, pero lo hace, de alguna manera.

Aquí los inviernos son fríos, pero también muy ventosos y con nieve. Para la gente local, una típica mañana invernal empieza con frecuencia con una saludable e ineludible sesión de ejercicio: limpiar la nieve de dentro de sus casas. Aquí tenéis una foto del archivo personal de L.K. Dedicó el día entero a enseñarnos los alrededores de la isla y el volcán Ebeco.

Aquí, algunas carreteras son de hormigón armado, aunque la mayoría son sólo caminos de tierra. Los coches suelen ser todoterrenos que puedan hacer frente a las malas condiciones de la carretera, y la mayoría son viejos modelos con el volante a la derecha, importados de Japón, con neumáticos de alta resistencia. Los Quads también son populares.

Sorprendentemente, ¡tienen una planta eólica! Se ha renovado hace poco y han creado una carretera de acceso directo a ella. La instalación emite un pequeño zumbido por lo que parece que funciona.

Paramushir es una isla volcánica y tenían previsto utilizar la energía geotermal para calentar los hogares. En la época soviética hubo varios inventos para perforar los pozos, pero no salió nada de ellos y el carbón sigue siendo el combustible más utilizado para la calefacción de la isla.

Los volcanes de la isla no ayudan mucho a las condiciones ecológicas de la zona. Sus habitantes dicen que los vapores de azufre y cenizas volcánicas son los causantes de que la pureza del aire y el agua estén por debajo de los estándares adecuados. No obstante, no fui consciente de este hecho, la constante lluvia y el viento me molestaban mucho más.

Los habitantes, sin embargo, a pesar de tener motivos más que suficientes para estar amargados, son excepcionalmente bondadosos. Tal vez se deba a la necesidad de tener que llevarse bien y ayudarse unos a otros en este duro entorno. Aquí la gente tiene vidas muy diferentes a la gente del continente, pero siempre me dio la impresión de que todos adoraban este lugar, están extremadamente orgullosos de vivir aquí, y no dudan en demostrarlo :).

Y ¿de qué viven? Existen 3 ocupaciones fundamentales: la pesca, la pesca, y para variar, la pesca. Bueno, también hay una oficina de aduanas y un puesto fronterizo. Y es exactamente igual en todas las islas Kuriles.

En el enorme volcán Ebeco no había más turistas aparte de nosotros. Apenas hay turismo en esta zona. El clima es durísimo, la lluvia fría, y el viento feroz es siempre un vendaval. Y el día de nuestra visita no fue ninguna excepción: descendimos el volcán en un estado de aturdimiento y temblor.

Por desgracia, apenas nos quedó tiempo para hacer un tour por la ciudad, así que mi impresión acerca de Severo-Kuril es escasa y difusa. La próxima vez creo que sería buena idea alojarnos en el hotel Fisherman’s House durante varios días para vivir una auténtica experiencia.

El hotel “Fisherman’s House”. Claramente un 5 estrellas

Por ejemplo, dicen que la isla vecina Shumshu, es increíblemente pintoresca (cuando hace sol) y la única isla llana de toda la cadena de islas Kuriles.

Pero no. Esta vez tuvimos que dirigirnos a otra isla Kuril. De hecho, hay un buen número de islas Kuriles deshabitadas antes de llegar a la siguiente habitada a un par de días de distancia: próximamente publicaremos un post sobre ello…

2ª ciudad: Kurilsk, isla Iturup.

Kurilsk, la tercera isla más grande de las Kuriles, se encuentra entre Severo-Kurilsk (norte) y Yuzhno-Kurilsk (sur)

Llegamos a Iturup rodeados de calma, a primera hora de una soleada mañana, así que nos enamoramos desde el primer momento. Y las cosas solo mejoraron, la primera tienda que veíamos después de 10 días era de surtidos de cervezas. ¡Cervezas!

Cuestión de prioridades…

Igual que en Paramushir, la economía de Iturup depende principalmente de la pesca. No obstante, existe otro sector interesante, el renio. Wikipedia dice que este es el único lugar del mundo con depósitos viables de este raro metal. ¿Significa eso que las extracciones de Chile y EEUU son una pérdida de tiempo? Es más importante preguntarse por qué el rhenium aún no se explota industrialmente en Iturup, sobre todo, si tenemos en cuenta que la producción mundial anual es de unas 60 toneladas y que el precio del kilo puede alcanzar los 10.000 dólares. Aquí, en Iturup, el volcán Kudryavy vierte el solo más de lo que se produce en un año en todo el mundo. Y sin necesidad de extraerlo industrialmente. ¿QUÉ?

Las construcciones se parecen mucho a las de Severo-Kurilsk: algunas casas (especialmente las de las afueras) parece que van a derrumbarse. Nunca entenderé cómo consiguen mantenerlas calientes en invierno. Pero en el centro de la ciudad todo está recién reformado, de colores brillantes, y carreteras y aceras en perfectas condiciones, realmente una ciudad moderna.

Bonito ¿verdad?

“Oficina de registro civil” (matrimonios)

Resulta, que la pequeña isla tiene dos aeropuertos, ¡para 7.500 habitantes! Reconozco que es un récord mundial. El Aeropuerto Internacional de Iturup abrió sus puertas el mes pasado.

Igual que en Severo-Kurilsk, en Kurilsk tampoco tuvimos demasiado tiempo para hacer turismo. Después de darnos un baño en unas cataratas de agua caliente, volvimos al Atenas para zarpar desde Shikotan a nuestro próximo destino, Kunashir y Yuzhno-Kurilsk…

3ª ciudad: Yuzhno-Kurilsk, isla Kunashir.

La única isla deshabitada donde estuvimos más de una noche fue Kunashir, en Yuzhno-Kurilsk. Como ya he dicho, Yuzhno-Kurilsk no está considerada una ciudad, a pesar de ser la capital de las islas. ¡Muy lógico!

Igual que en las demás islas principales, la población vive fundamentalmente de la pesca, y también hay un montón de funcionarios de aduanas y guardias fronterizos, además de una base militar. También puedes encontrar turistas, solo muy ocasionalmente: apenas un par de cientos al año. Los locales opinan que es más que suficiente, si vinieran más sería un problema, ya que todos los lugares naturales de interés son accesibles solo a pequeños grupos.

La reforma de los edificios sigue siendo un tema candente aquí, igual que la construcción de las nuevas carreteras. La ciudad está viviendo un nuevo boom: están construyendo una central eléctrica geotermal, una nueva iglesia ortodoxa, y viviendas que están casi terminadas. Pero todo sigue siendo tradicional y rústico a su manera: las vacas pastan por la ciudad con total libertad, parecido a la India rural :).

Pretendíamos cenar en el restaurante del centro que habíamos visto ese día. Pero cuando llegamos, nos dijeron que era un sitio para tomar algo después de cenar, es decir, no para cenar, solo había un montón de bebidas alcohólicas, así que… “si no les importa, ¡mejor se van!”, o algo parecido. Desde luego, aquí valoran mucho a los clientes…

A pesar de todo, fue una bendición. El café de nuestro hotel resultó ser un verdadero hallazgo, una joya gastronómica. Las dos noches que pasamos ahí nos sirvieron todo tipo de marisco de la zona: vieiras de un palmo de tamaño, camarones y cangrejos de un tamaño similar, por no mencionar varios kilos de caviar.

¿Qué más puedo decir sobre la ciudad?

En general, se puede decir que vivir en la zona sur es menos duro, comparado con las extremas condiciones de las ciudades vecinas de las islas norte. Los coches no circulan solo por caminos, tienen verdaderas carreteras de calidad y la vida es más calmada y menos amenazante en esta zona, incluso más civilizada. ¿Se debe sólo a que el clima es menos duro? Puede ser, pero está claro que aquí la vida diaria es física y espiritualmente más confortable.

¿La autopista? Casi…

Otra vez el navegador…

¡Y eso es todo sobre las Kuriles! ¡No hay nada más!

Ahora ya sabes qué esperar de las ciudades de las islas Kuriles si algún día viajas a esta remota parte del mundo, lo que recomiendo de corazónJ.

¡Hasta pronto amigos!

¿Aún no has estado en las Kuriles? @e_kaspersky te cuenta todo lo que necesitas saber sobre estas tres ciudades.Tweet