Abril 26, 2013
París en Abril – 2ª parte
Seguimos con mi escapada a la Ciudad de las Luces… Hoy es el turno de la segunda parte de la serie París en Abril.
En primer lugar, para aquellos que no lo sepan, tenemos una oficina en París, a las afueras de La Défense: un distrito moderno y futurista, perfecto para los conciertos de Jean Michel Jarre.
Después de hacer una visita a los empleados de KL, me fuí a dar una vuelta…
Primero fue el turno del museo Louvre.
La pirámide del Louvre es la entrada principal del museo. Es una construcción moderna en medio de un complejo de edificios históricos. Curiosamente, cuando las autoridades anunciaron su construcción, muchos ciudadanos alzaron la voz en su contra. No quiero ni imaginarme qué hubiese ocurrido si se intentase hacer algo similar en Moscú o en San Petersburgo. Si alguien planta un triángulo de este estilo en medio del Kremlin, lo reducirían a cenizas. ¡Es horrible desde todos los ángulos! Tal vez yo sea un antiguo al que no le gustan estas modernidades… En cambio, a los turistas parece no importarles porque se sacan fotos y fotos con todo tipo de posturas… inclusive: “Mira, la pirámide entra entre mi pulgar y mi índice.”
De todos modos, solo estoy bromeando. A pesar de la diferencia de estilos, de alguna manera, el efecto final es impresionante. ¡Incluso majestuoso! Por alguna razón, me recuerda a un plato de “foie gras con chocolate” que me sirvieron en un restaurante de cocina de fusión en París… pero esto es otra historia…
Después del Louvre (matando dos pájaros de un tiro), detrás del museo en dirección a los Campos Elíseos, hay un súper restaurante que ha empapelado la calle con carteles muy extraños:
Como se dice, todos debemos sacrificarnos a favor del arte… y yo fui una víctima del arte moderno del museo Pompidou.
Si alguna vez visitáis este centro, os recomiendo que subáis al tejado y disfrutéis de las vistas desde allí arriba. ¡Son espectaculares!
Bueno… hablemos sobre el museo…
Algunas de las piezas de las exposiciones son completamente… extrañas (según mi punto de vista). Pinturas aburridas, aglomeraciones de objetos, efectos ópticos… Pero, de repente, entre tanta monstruosidad moderna, encuentras algo que te gusta; algo diseñado para ti. Es interesante cómo las diferentes exposiciones producen un efecto distinto en cada persona.
Aquí una pieza de arte realizada con lava de Tolbachik
¡Ups! La impresora 3D está estropeada
Epilépticos presten atención:
“¿Por qué quemaría mi paraguas en Tolbachik?” fue lo que pensé cuando vi a través de las ventanas que llovía. Me hubiese sido muy útil en ese momento. Pero, afortunadamente, la zona está repleta de tiendas de souvenir donde poder equiparse para los cambios meteorológicos.
Como siempre, podéis ver el resto de las fotos en mi cuenta de Flickr