Octubre 8, 2012
De Columbia a Colombo
¡Hola a todos!
Para aquellos que no seáis expertos en geografía, estoy escribiendo desde Washington D.C., (con D.C. me refiero al Distrito de Columbia). Comentaros que, además, existe otro Washington (sin siglas) que es el estado de Washington y está ubicado en el lado oeste del continente americano. Además del país sudamericano, Colombia, tenemos la Universidad de Columbia en Nueva York y Colombo, el detective de la tele amante de las gabardinas color beige. Y, para confundiros un poco más, en la otra parte del globo nos encontramos con Colombo, la ciudad más grande de Sri Lanza (antigua Ceilán) y a donde nos dirigimos hoy.
Los tres días en Washington han pasado tan deprisa como en una película a cámara rápida, yendo de un evento a otro por toda la ciudad. Y digo literalmente deprisa, como si fuera una ardilla girando en una rueda. Eso sí… totalmente diferente de las ardillas de Washington D.C. que se pasean despacio, con altanería y pomposidad como si los parques fueran suyos y no como los animales, asustadizos, a los que estoy acostumbrado.
No os voy a hablar de todos los eventos a los que he asistido porque no quiero aburriros – aviso a los organizadores y participantes: vuestros eventos no me han aburrido en absoluto :). Así que solo haré un comentario sobre la Cumbre de Ciberseguridad Billington donde hablé sobre los ataques cibernéticos (si os interesa, tenéis más información aquí).
Fue un verdadero placer conocer a un gran número de altos funcionarios y debatir con ellos sobre la ciberseguridad y la lucha contra la “malicia informática” en el mundo. Además, me sorprendió gratamente que muchos de estas damas y caballeros – de los cuales dependen la policía de EE.UU. y por ende la seguridad nacional- sepan del tema y tengan opiniones similares a la mía. ¡Uf, menos mal!
Con el trabajo ya hecho, el sábado pudimos aprovechar para hacer un poquito de turismo. Nos las arreglamos para visitar un par de museos: el Museo Nacional del Historia Natural, con todos esos mastodontes y huesos de dinosaurios poco convincentes. Y el Museo del Aire y del Espacio… ¡Oh sí! ¡Eso sí que me gustó! Muchas cosas interesantes para ver, desde el primer aeroplano de los hermanos Wright hasta el último avión robot: Messerschmitts, misiles SS-20 y Pershing, réplicas del Skylab y Apollo-Soyuz, etcétera. Decidí no sacar fotos porque hay muchas en Internet. No obstante, lo mejor es verlo in situ, por supuesto.
¡Y, por ahora, esto es todo sobre EE.UU! Espero que mi próximo viaje sea un poquito más interesante y pueda escribir más.
Ha llegado el momento de hacer la maleta, facturar y rumbo a Colombo.
Embarcamos en un largo vuelo dirección este y después de 12 horas aterrizamos en Doha. Había oído muchas cosas buenas sobre la compañía aérea Qatar Airways, pero ésta era la primera vez que volaba con ellos. Ahora ya puedo decir que me uno al grupo y aseguro que está muy bien. De hecho, leí en Internet que es la mejor compañía aérea mundial del 2012 (www.worldarilineawards.com). Buscad y echad un vistazo vosotros mismos…
Está saliendo el sol y toca admirar a los surfistas al amanecer… Tengo que irme…
El único punto negativo del viaje fue llegar del avión al terminal en Doha –nos llevaron en autobús y tardamos siglos. Además, lo más extraño fue que ni T.T. ni yo vimos el típico túnel /pasillo que unen los Airbus o Boeing al terminal ¡ninguno!
Las primeras cosas que nos llamaron la atención de Colombo fueron su clima cálido y húmero, la increíble cantidad de niños despiertos y activos a las cuatro de la mañana y un duty-free un poco peculiar en el cual ¡podías comprar después de aterrizar! Y no solo los típico cosméticos y bebidas, sino frigoríficos, televisores de pantalla plana, lavadoras… ¡E incluso un fregadero en rebajas! 🙂
¡Arriba todo el mundo! Es hora de levantarse e ir a trabajar de nuevo. ¡Qué suerte tenéis! Mientras para T.T. y para mí es la hora de dormir después de un día muuuuuuuuy largo. ¡Hasta la vista!