Arte boutique – Hotel moderno

¡Hola a todos!

Seguimos de viaje por los EE.UU. de América… California, Arizona, Illinois, Kentucky y más y más. Como antes, las opciones turísticas no son demasiadas (bueno, a excepción de Arizona, ya mencionada). Mientras que las opciones de trabajo son numerosas. A lo largo del camino, nos hemos encontrado con cosas poco comunes y realmente atípicas –siempre inmortalizadas por D.Z quien saca fotos antes de que puedas decir patata (creo que desea como segundo empleo ser fotógrafo de viajes. ¡Estoy seguro de ello!).

Aquí os muestro una de las rarezas. En la Ciudad del Viento:

En nuestras continuas oportunidades por descubrir el arte moderno durante nuestros viajes, llegamos a Louisville, Kentucky, al 21C Museum Hotel. ¡Qué lugar! Nunca había visto un hotel así en todos mis viajes. Básicamente, como su nombre indica, es un hotel y museo a la vez, repleto de pinturas y esculturas de arte moderno.

Resulta que el hotel fue completamente reconstruido para acomodar todas las exposiciones inusuales, algunas de ellas realmente pequeñas. Aquí no encontrarás dinosaurios u otro tipo de animal; sólo las cosas tan alucinantes a a las que se llaman arte moderno.

Hay también varias exposiciones fuera del museo-hotel. Aquí, el David de Miguel Ángel en todo su esplendor. Pero en dorado:

A la entrada, se da la bienvenida a los huéspedes con esculturas de un perrito de la pradera, una tortuga, un conejo y un caracol.

Sobre el dintel de la puerta de entrada: tres pingüinos rojos.

Hay más pingüinos desperdigados en el exterior e interior del hotel-museo (contamos 20 en total). El mayor de ellos está en el bar. ¡Tal vez para asustar a los bebedores y conseguir que ingieran  menos alcohol? O ¿Para que sientan el miedo de estar en el cuento surrealista de Alicia en el País de las Maravillas?

En la recepción hay una instalación metálica y vanguardista. Lo que simboliza o significa (en caso de que sea algo) no lo sé, pero es realmente imponente:

Hay pinturas, carteles, fotos y construcciones por todos los sitios a los que mires.  Observar algunos de ellos es una experiencia realmente gratificante.

Una vez tuvimos las llaves de nuestras habitaciones, fuimos directos al ascensor, donde nos encontramos con esta vista:

… … ¡Sí! ¡Somos nosotros! A propósito, los puntitos son letras cayendo en cascada por la pantalla.

Y dentro del ascensor, esta instalación eléctrica tan ingeniosa:

Saliendo nos encontramos con este trabajo (estoy seguro de que las otras plantas también tenían exposiciones extraordinarias).

Al lado de las exposiciones, normalmente encuentras información sobre la pieza de arte y el artista que la creó.

Algunas veces, no te das cuenta, a la primera, que estás realmente en un museo.
Por supuesto, no puedes tocar las piezas como haría un niño. Sin embargo, puedes comprar versiones en miniatura de algunas de ellas en la tienda del hotel.  Pero… ¿qué hago yo con un pingüino rojo?

Me dijeron que hay un spa ubicado en un lugar increíble. Pero no hay spa para mí… es hora de dormir. Mañana tenemos que levantarnos pronto para hablar de negocios y visitar a nuestro socio estadounidense favorito. Geek Squad City.

Así que esto es todo por hoy, amigos. ¡Buenas noches!

Un día después: aquí estamos en Miami Beach. Es la hora de un chapuzón en el océano: