Marruecos: +1

¡Salam!

Marruecos ha sido la última incorporación a la lista de países en los que he estado; y puedo decir, con orgullo, que suman un total de 72, incluida la Antártida. Aunque tengo la sensación de haber llegado un poco tarde a algunos de ellos, es algo inevitable una vez que la lista crece y crece (sin tener en cuenta los múltiples viajes hechos al mismo país).

Aquí estoy en la ciudad marroquí de Marrakech (también escrita como Marrakesh, pero nunca como Marakesh o Marakech). Os preguntaréis por el motivo de mi visita; hemos elegido este destino para organizar la edición anual de la Conferencia Europea con nuestros Partners. Normalmente, siempre celebramos esta cita a orillas de algún país mediterráneo en Europa, pero, en esta ocasión, hemos querido cruzar hasta las costas de África. En resumen, la conferencia fue divertida, dinámica, útil, interesante y entretenida. ¡Por cierto! No olvidamos traernos una réplica del coche de carreras F1 de Ferrari para el evento.

Coche de Kaspersky Lab F1 2012

No quiero aburriros con cada uno de los detalles de nuestros negocios durante la conferencia, así que os hablaré sobre la parte más cultural de esta aventura…

Marruecos. ¿Qué os puedo contar? Para empezar… digamos que es un lugar muy interesante y ¡alocado! Sin duda alguna, Casablanca es una para obligatoria si alguna vez decidís visitar el país. Tampoco dejéis pasar la oportunidad de alquilar un coche y recorrer la costa mediterránea y la Cordillera del Atlas –sobre la que os escribiré en otra ocasión porque, hoy, me toca hablar de la ciudad de Marrakech y sus alrededores.

Lo más impactante es la Medina, el Zoco (“souq”) y la Plaza de Yamaa el Fna (el rincón más concurrido y bullicioso de todo el continente africano).

Eugene Kaspersky en zoco de Marrakech

El ambiente de la plaza

Zoco Marrakech - Congreso Partners Kaspersky Lab

La multitud

Zoco Marrakech - Visita Eugene Kaspersky

Una de las callejuelas más tranquilas

¿Sabíais que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco?  El entramado de callejuelas y pasadizos es realmente enrevesado –y puedes llegar a perderte durante horas. En serio… es un laberinto increíble de túneles entrecruzados, repletos de locales abarrotados con clientes y turistas asombrados por el espectáculo. Las bicicletas y las motos (con su ruido ensordecedor que me recuerda al Sudeste asiático) corren a sus anchas; existen multitud de tenderetes donde se puede encontrar, comprar o reparar de todo. Entre el ruido, el ajetreo, los miles de colores y olores, siempre se puede encontrar un puesto donde se cocina algo delicioso; se curten pieles o se talla la madera, de una forma tan frenética que supera, incluso, a la Ciudad Vieja de Jerusalén.

Casi todos los objetos están hechos a mano: desde babuchas, a camisetas o balones de rugby “Luis Viuttin” (todo al mismo precio). Y hablando del tema… esto es el mundo árabe y todo es diferente. Lo importante no es el precio sino negociar, o mejor dicho, regatear. ¡Creedme! El regateo, aquí, es un estilo de vida del cual no puedes escapar. Este tipo de comercio ha estado presente en su cultura durante miles de años. Además, los turistas lo entienden a la perfección, aunque no sea costumbre en su país de origen.

Lámpara zoco Marrakech

Congreso Kaspersky Lab - Marrakech 1

Congreso Kaspersky Lab - Marrakech 2

Congreso Kaspersky Lab - Marrakech 3

¡Eso es! En esta tienda no se permiten ni bicicletas, ni motos.

Congreso Kaspersky Lab - Marrakech 4

¡Una bola de Navidad de tamaño gigante!

Congreso Kaspersky Lab - Marrakech 5

Ya os había dicho que todo está hecho a mano.

Congreso Kaspersky Lab - Marrakech 6

Después de dos horas dando vueltas y tras habernos perdido por el zoco, llegamos, de repente, a un espacio abierto. ¡Menos mal! Pero las apariencias engañan y no era una salida, sino el punto central del mercado laberíntico, la gran Plaza de Yamaa el Fna.

Una vez más, nos encontramos frente a un espacio de lo más peculiar, con todo tipo de actividad: tamborileros, cuenta cuentos… ¡Lo más increíble! La gente paga por escuchar a oradores que cuentan las noticias en plena calle. Todo el mundo tiene cabida: videntes, encantadores de serpientes, monos y cualquier cosa que te puedas imaginar. La plaza está en plena ebullición: carruajes, animales de carga, el humo azulado de las fogatas, los transeúntes vestidos con caftán… Y lo más fascinante es que esto ha sido así durante miles de años. Como si el tiempo se hubiera parado en la plaza del mercado de Marrakech.

Congreso Kaspersky Lab - Marrakech 7

Congreso Kaspersky Lab - Marrakech 8

Congreso Kaspersky Lab - Marrakech 9

Congreso Kaspersky Lab - Marrakech 10

Aunque mi plan inicial era terminar mi post de hoy en este punto, he cambiado de opinión: quiero compartir con vosotros otros momentos de nuestro viaje.

Tras conocer Marrakech, decidimos ir hasta la Cordillera del Atlas (la cual se veía desde nuestro hotel). ¡Es impresionante! No sabía que estas montañas estaban al mismo nivel que las del Cáucaso. Echando un vistazo rápido a la Wikipedia, supe que la cima más alta alcanza los 4.000 metros de altura. Y a pesar de estar en África, las cumbres estaban cubiertas de nieve.  ¡Cómo no! Esto se merecía que cogiéramos nuestras mochilas y una guía para conocer de cerca sus precipicios y cañones. Lo único que eché de menos fueron mis queridos volcanes…

Congreso Kaspersky Lab - Cordillera del Atlas 1

Congreso Kaspersky Lab - Cordillera del Atlas 2

Congreso Kaspersky Lab - Cordillera del Atlas 3

Congreso Kaspersky Lab - Cordillera del Atlas 4

Ahora es el turno de contaros lo que no me ha gustado de este viaje…

Por un lado, hay humo en todos los rincones, producido por las fogatas que usan para calentarse o cocinar la comida. ¡Incluso entra a través de las ventanas cerradas! Y, por si fuera poco, luego están las moscas. No pudimos deshacernos de ellas ni en la piscina de nuestro hotel de cinco estrellas. Por supuesto, no es la culpa de nadie, pero son realmente molestas.

Congreso Kaspersky Lab - Mercado Marrakech

Y ¿qué es lo que sí me ha gustado?

En Marruecos, hay buenos lugares donde poder descansar, como por ejemplo, los resort L’Oliveraie de Marigha y Kasbah Tamadot (de Sir Richard Branson), los cuales son bastante elegantes. Nunca me hubiera imaginado estar tomando un cóctel en la piscina de un hotel, rodeado de las montañas donde viven los bereberes.

Congreso Kaspersky Lab - Hotel 1

¿La Toscana? No, el norte de África.

Congreso Kaspersky Lab - Hotel 2

¿Las Red Rocks? ¡Te has equivocado de nuevo!

Congreso Kaspersky Lab - Hotel 3

Congreso Kaspersky Lab - Hotel 4

No quiero hacer más publicidad, así que sólo me queda deciros que el hotel Kasbah es mucho mejor que Marigha. El único defecto fue su comida, totalmente tradicional, la cual, siento deciros, no me ha gustado nada. No pudimos probar la cocina de Marigha, pero, a pesar de estar en medio del Atlas, mirad que tarjetas tan modernas con código QR, incluido.

Congreso Kaspersky Lab - Hotel 5

Y esto es todo sobre Marruecos. Es un lugar realmente interesante que tenéis que conocer. Al fin y al cabo, millones de turistas viajan hasta este país cada año. A pesar de las moscas, no está nada mal. No lo dudéis y no hagáis caso del estereotipo “no es un destino para venir con niños”. Al menos, ésta es mi opinión mientras estoy sentado al lado de la piscina. ¡No os lo perdáis!

Y ahora, sí. Es la hora de hacer la maleta y decir adiós a África.

Y para la vuelta, esta música de fondo:

Podéis ver el resto de fotos en mi Flickr.

Apéndice de K.A.: “Si, alguna vez, quieres desaparecer (al estilo de Michael Corleone), Marrakech es el lugar idóneo”.

Otro más: “Algo que nos os podéis perder (ver foto) es preparar una cajita con diferentes dulces por sólo 1 euro, son toda una delicatessen”.

Congreso Kaspersky Lab - Dulces

Que tengáis un feliz día… o noche… dependiendo del lugar en el que estéis.

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