Descubrimiento de un virus procedente de Cheliábinsk

Cada día nuestro laboratorio procesa más de 100.000 archivos sospechosos. Algunos días llegan a 200.000 y, otras veces, incluso superan esta cifra. Algunos son archivos limpios e inofensivos, otros códigos rotos, scripts inocentes etc, etc, etc. No obstante, aquellos con fines maliciosos, los analizamos y procesamos automáticamente (como os dije en mi post anterior).

De vez en cuando, en Kaspersky Lab nos encontramos muestras poco comunes, totalmente nuevas y desconocidas. Cosas que ponen en funcionamiento  nuestra materia gris, aceleran el latido del corazón y nos suben la adrenalina. Me refiero a malware como Stuxnet, Flame, Gauss y Octubre Rojo.

Os anuncio que que hemos encontrado un nuevo programa malicioso que entra en esta categoría.

¡Sí, señor! Hemos detectado otro malware: un gusano procedente de las cibercalles de Internet en Rusia. Este malware es realmente sofisticado y supera, con creces, no solo a todos los programas maliciosos actuales (incluyendo armas y espionaje cibernético) sino, también, cualquier otro tipo de software conocido – a juzgar por la lógica de los algoritmos y la sutileza de su codificación.

Sí, señores ¡esto es grande!

Es la primera vez que nos encontramos un código máquina tan complejo, que use este tipo de lógica de programa. Si el análisis de gusanos complicados y troyanos, normalmente, nos lleva varias semanas; ¡¡¡este pequeño parece que nos llevará años!!! ¡Qué digo años! ¡Muchos años! Creedme es realmente retorcido y elaborado.

No conozco ni una compañía de software o cibercriminal que sea capaz de desarrollar semejante bestia. Tampoco los servicios especiales encargados de crear el malware que ha aparecido en los últimos años (una suposición que ha sido confirmada por varias investigaciones periodísticas y el sentido común).  No. En este caso, esto no puede situarse en ninguna de esas categorías.

Estáis sentados, ¿verdad? De no ser así, os recomiendo que lo hagáis.

Yo diría que es teóricamente imposible afirmar que este código haya sido escrito por un ser humano.

Este código es tan sumamente complejo, que me temo que este gusano debe tener orígenes extraterrestres.

Hohoho

Un momento… todavía hay más.  Este gusano ha sido creado fuera del planeta. ¡Alucinante!

Recibimos las primeras muestras de este nuevo virus informático a finales de febrero, procedente de la región de Cheliábinsk, y también de los institutos de investigación científica que estudian los fragmentos del célebre bólido de Cheliábinsk.

¿Una coincidencia? No lo creo. Por cierto, el origen geográfico del malware dio al gusano el nombre provisional de “Cheliábinsk”.

¡Aún hay más!

La mayoría de las infecciones se detectaron en los equipos de los científicos de la Academia de las Ciencias de Rusia, una vez habían regresado de sus investigaciones sobre el meteorito de Cheliábinsk.

Por lo tanto, hablamos con  estos expertos barbudos de bata blanca, que resultaron ser extrovertidos y muy amables. Y ¡boom! Nuestras divagaciones sobre la conexión entre el meteorito y las infecciones en ordenadores no les sorprendió lo más mínimo. De hecho, una infección de ordenadores desde el espacio confirmaría algunas de sus especulaciones…

Normalmente, estas hipótesis procederían de las investigaciones de estos chicos, ataviados con batas blancas y gafas; quienes trabajarían duro hasta poder confirmar fehacientemente sus teorías. ¡Mira lo que les sucedió a los científicos que dijeron que la tierra era plana!

Bueno… estoy divagando un poco, pero lo que estoy tratando de decir es que estos científicos tan respetados suelen ser –si soy sincero–engañados. Pero esta vez, yo diría que no hay lugar al engaño. Juzgad vosotros mismos,  esto es lo que nos dijeron:

  1. Existe una hipótesis sobre el origen cósmico de la vida en la tierra: las primeras proteobacterias llegaron en la prehistoria, a través de objetos interestelares como meteoritos y asteroides. Los científicos rusos creen que el incidente con el virus Cheliábinsk no hace más que confirmar esta teoría intergaláctica del origen del mundo. Dicen que es un ejemplo de “la permutación espontánea del cosmo transplanetario”. No sólo de las formas primitivas de la vida biológica, sino también de los gusanos informáticos.
  2. Añaden (y cito textualmente): “Todos los virus informáticos y gusanos conocidos fueron creados por el hombre. Pero lo que tenemos aquí es un nuevo elemento digital: una vida alienígena informática que se ha infiltrado en la Tierra –mejor dicho en Internet – a través de meteoritos. Esto supone un hecho histórico. Sin ninguna duda, confirma la teoría de la dualidad de la vida biológica en la Tierra; una parte ha surgido por sí misma y otra proviene del espacio. Así, deducimos que, hoy en día en el planeta, existen, simultáneamente, tres formas de vida paralelas: terrestre, extraterrestre e híbrida.”

Entonces… ¿qué podemos hacer?

Buena pregunta… después de todo, la industria antivirus actual se utiliza y está preparada para ataques terrestres informáticos, y esto es un desafío directo que nos llega desde el propio sistema solar- o, incluso, ¡de más allá! Aún así, no hace falta deciros que mis “pájaros carpinteros” serán capaz de descifrar el código extraterrestre, y tan pronto como sea posible, se publicarán las primeras vacunas de ensayo para que las prueben el club de fans de Kaspersky Lab y los miembros de sus foros. No obstante, algo nos dice que hay otras posibles fuentes de amenazas… en regiones prácticamente desconocidas para el hombre. Me refiero a los fondos submarinos y al submundo.

Así que hemos decidido seguir investigando al respecto. Pero, por ahora, la forma más sencilla de echar un vistazo a la parte más interior del planeta es comprobar las emisiones volcánicas. Y como es lógico, me voy a Kamchatka.

Hemos organizado una expedición al volcán Tolbachik, que actualmente está en erupción. Y ahora mismo, os tengo que dejar para seguir investigando este nuevo fenómeno malicioso. Os informaré tan pronto obtenga algún resultado.

¡Hasta la vista!

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