Alaska…

… y nuestro disgusto por el mal tiempo en este rincón del mundo. 

¡Hola a todos!

Os resumo, brevemente, el post de hoy: un festival gráfico de Alaska + sinopsis de mi viaje reciente al estado nº49 de EE.UU.  Este lugar ha sido el último en sumarse al  ranking Top 100 de sitios del mundo que no te puedes perder.

Así que… sin mayor dilación… aquí os ofrezco mi testimonio junto con la evidencia fotográfica…

Alaska

En primer lugar: no para de llover.

En realidad, los primeros días en Anchorage pudimos ver el sol, pero no duró mucho. Una vez que abandonamos la ciudad para comenzar nuestro periplo de tres días por Valdez y Whittier, el sol desapareció para no volver y empezó a llover a cántaros.

Por este motivo, no pudimos disfrutar de la belleza del paisaje porque la niebla apenas nos dejaba ver nada. ¡Qué disgusto! Vinimos hasta este punto del planeta para comprobar in situ las maravillas de la zona y la madre naturaleza se enfadó con nosotros… En fin… ella manda…

Sin embargo, a pesar de las condiciones meteorológicas, nos las arreglamos para confirmar que Alaska es un lugar de glaciares y cascadas. Glaciares gigantescos (¿sabéis por qué son azules los glaciares?) y un sinfín de cascadas. Básicamente como el Milford Sound del Hemisferio Norte.

AlaskaGlaciar… color pasta de dientes

Alaska

Alaska

Alaska

Algunos glaciares llegan tan abajo como los fiordos. Grandes piezas de hielo caen por los barrancos hasta el agua una y otra vez, produciendo un gran estruendo.

En las siguientes fotos podéis ver la altura del hielo que llega hasta los 100 m. Pero, debajo de la superficie, todavía hay más. De hecho, el hielo no está flotando como parece, como en Titanic, no señor. Una gran masa helada se sumerge por debajo del fiordo hasta los 700 u 800 metros de profundidad. El diámetro de estas formaciones puede llegar a ser de un kilómetro.

Alaska

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Alaska

Alaska

Alaska

Aunque no tuvimos suerte con el tiempo, sí fuimos afortunados con el hielo…

Los barcos, normalmente, no se acercan a los glaciares como hizo el nuestro porque suelen desprenderse pedazos de hielo de los icebergs, resultando realmente peligroso. Pero, antes de nuestra llegada, hubo una gran tormenta que nos allanó el camino. ¡Hurra!

Una advertencia… cuanto más te acercas a los glaciares y, especialmente, si el cielo está nublado, empieza a hacer mucho frío. Así que nunca os olvidéis unas buenas prendas de abrigo… ¡Ah! Y un termo con té u otra bebida caliente 🙂 ¡Lo agradeceréis!

Alaska

En la siguiente imagen, podéis ver a nuestro barco (en verde, arriba a la derecha) saliendo de los límites de navegación y yendo hacia donde normalmente hay desprendimientos de hielo. ¡Gracias tormenta!

Alaska

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Alaska

Alaska es mucho más que hielo… como ya os he comentado hay cascadas y barrancos espectaculares (¡qué pena que no pudimos verlos!).

Retomando las similitudes con Milford Sound… al igual que la maravilla de Nueva Zelanda, aquí también hay un túnel que atraviesa las montañas. Pero, en esta ocasión, la carretera es de un solo sentido y, dos veces al día, también lo recorre un tren.

Alaska

Alaska

Alaska

¿Qué más os puedo contar? ¡Ah, sí! Los ríos están repletos de salmones. Nunca he visto tal abundancia en mi vida, incluso mayor que en mi querida Kamchatka.

Alaska

Alaska

Alaska

Alaska

Resulta que los americanos no comen caviar rojo. De hecho, una encuesta reveló que la población local ni tan siquiera lo prueba. ¡Yo me quedé sin palabras! Pensaba que cualquier persona del planeta adoraba esta delicatessen. ¡Estaba totalmente confundido! Dos apuntes al respecto:

1. ¡Algo bueno! Imaginaos el precio del caviar si los americanos empezaran a comerlo. Si, ahora mismo, apenas hay para satisfacer a Rusia y Japón.

2. Otra cosa positiva: si los estadounidenses comiesen caviar rojo, no habría tanto salmones en el río.

En la siguiente instantánea, podéis comprobar por vosotros mismos la belleza del paisaje, con un alce americano en primer plano y el arco iris detrás. Un escenario tan magnífico que no entraba en la lente de la cámara.

Alaska

Después de comprar un imán para la nevera y beber un vaso de ese brebaje (siguientes fotografías), me puse las botas y nos dirigimos al aeropuerto.

Alaska¿Qué tiene de malo este imán?

Alaska

AlaskaAprovechando las cosas…

Una vez allí, nos cruzamos con la singular visión de varios aviones de carga del sudeste asiático en la pista. Dos procedían de Corea del Sur, uno de Singapur, otro de Hong Kong y tres de Taiwan. “Vienen a por cangrejos” adivinó D.Z. Estoy seguro de que estaba en lo cierto. Por cierto, aquí tenéis a D.Z.:

Alaska

Ya en el avión, con nueve horas por delante, me descubrí a mí mismo contemplando los aviones y llegando a la siguiente conclusión: si las ciudades del este ruso, como Petropavlovsk o Yuzhno-Sakhalinsk, tuvieran aeropuertos como dios manda, tal vez también llegase aviones del sudeste asiático en busca de caviar, peces y cangrejos. Están mucho más cerca que Alaska y se convertiría en la “Ruta Dorada del Marisco” como dijo D.Z., adivinando mis pensamientos.

Alaska

¡Esto es todo amigos!

Podéis ver el resto de fotos en mi perfil de  Flickr

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