Septiembre 9, 2015
La sonrisa de Santiago al antártico de Sidney: QF28
Hola amigos !
No ha pasado mucho tiempo desde que viajé por una las rutas comerciales más inusuales que he tomado.
Se trata de la ruta de Santiago a Sidney en un Boeing 747 de Qantas, vuelo QF28. La ruta crea la forma de una sonrisa mientras el vuelo va bajando y dejando atrás la Antártida. Uno se siente un poco extraño volando 14 horas sobre una parte del mundo donde no hay… ¡absolutamente nada! No hay islas, ni barcos, ni gente, ni puestos de hamburguesas… la definición exacta de esto es: ¡”Abandonado de la manos de Dios”! Ni siquiera los submarinos se molestan en navegar por estos rumbos sureños. Curiosamente sí que se encuentran en la zona: ¡los satélites inactivos! Al abandonar la órbita, les dan sepultura marina aquí, alejados del camino para que no hagan daño al Homo sapiens.
Tuve la suerte de asegurarme un asiento en la ventana del lado izquierdo del avión (¡qué ganas!). Y tuve suerte ya que: 1) Vería los Andes, 2) más tarde vería la Antártida y 3) todo lo que consigues, si estás en el lado derecho, es quedarte ciego con la luz del atardecer.
Efectivamente, en primer lugar aparecieron Santiago y los Andes. Luego vinieron las islas del sur de Chile. Échales un vistazo :
A continuación, la “cola” de Chile gira a la izquierda, y el Boeing cambia a la derecha – rumbo a la Antártida.
Esta no era la primera vez que había viajado del hemisferio sur de América hacia Australasia. Una vez volé de Santiago a Sydney con escala en Auckland, Nueva Zelanda con la aerolínea chilena LAN en 2008. Pero como esta vuela solamente por la noche no había visibilidad (así que dormí la mayor parte del viaje). Esta vez volamos durante el día. Hubo momentos nublados pero en general las vistas eran… ¡ impresionantemente antárticas!
Por desgracia, no vimos en sí la Antártida, que se ubicaba a cientos de kilómetros sobre el horizonte. También las vistas de los bloques de hielo eran totalmente fantásticas.
Mientras escribo esto, me encuentro en la mitad del camino de este largo recorrido. Esto sí que es lo que ellos realmente llaman “en medio de la nada!”. Todo está lejísimos.
Aha, pronto aterrizaremos. Una vez más estoy de vuelta en Australia, Sydney.
Desgraciadamente, esta vez solo hago escala en Oz. Lo sé, eso no se escucha muy a menudo – “escala en Sidney”.
Por cierto, ¿hola a todos desde…?
PD: Empecé a escribir mientras escuchaba “Wish I Could Fly” de Roxette. ¡Simbólico! 🙂