HOU, HOU, HOU KILIMANJARO

¡hou, hou, hou! ¿qué mejor que escalar un volcán en África? Eso es lo que me pregunté en noviembre del año pasado…

Pasaron seis semanas y ahí estaba, ¡en la cima del Kilimanjaro!

“La primera etapa del mal de altura es la euforia: el individuo se vuelve un ser animado, emocionado, cordial, hablador… casi extasiado. La segunda etapa es el letargo: la persona está desanimada, triste, aburrida, apagada y perezosa, sin deseos de conversar ni apetito”.

Esas son las notas que escribí basándome en la conversación que nuestra guía en Tanzania, O.R., nos dio no mucho tiempo después de la llegada al país. Pero creo que se olvidó de la siguiente etapa (después de todo, no quería asustarnos); así que ya la voy a añadir yo: la tercera etapa es mortal, rápidamente empeora el estado físico y mental y… mmm, como O.R., prefiero no tocar este tema. Permitidme que os diga lo que necesitáis si os acercáis a la tercera etapa: una máscara de oxígeno, medicamentos inyectables, y la posibilidad de llamar a un servicio médico de emergencia con helicóptero. Todas ellas son necesarias lo más pronto posible.

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En realidad, esa conversación con nuestra guía no fue la típica charla clásica e inútil antes de despegar un vuelo ya que nuestro equipo de expedición era demasiado mayor y ¡no estaba entrenado para escalar volcanes! La edad general del grupo también nos llevó a tomar la decisión de coger la ruta más larga (con menos horas de sueño) para subir la montaña. Esa ruta fue la ruta Lemosho: Mti Mkubwa – Shira Hut (Shira 2) – Barranco – Karanga – Barafu – y la cima.


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Mi querido Google Maps: qué gran aventura hemos tenido…

Imponentes vistas africanas, mucho aprendizaje sobre África y Tanzania, y por supuesto: ¡volcanes! ¡Sin mencionar el llegar a la cima del punto más alto de África! Y resulta que el Kilimanjaro es uno de los volcanes más altos del mundo, una de las Siete Cumbres, ni más ni menos.

Al escuchar esto, podríais pensar que llegar a la cima es extremadamente difícil, sin embargo, realmente no podría ser más fácil. Simplemente hay que andar hasta la cima, sacando fotos, por caminos señalizados. Sin necesidad de equipo de alpinismo o cuerdas, poleas, ganchos y hachas, solo las dos piernas que te llevan a todos lados. Perfecto para aquellos que están en su sexta década.

He mencionado los bonitos caminos… Bien, pero hay un detalle: ¡todos son en un solo sentido! Subes por uno y bajas por otro. Nunca hay nadie en dirección contraria que se interponga en tu camino. ¡Genial!.

En cuanto a escoger un camino, no se trata de cuán lejos ir para llegar a la cima, se trata de lo difícil que es hacerlo; por ejemplo, caminar 20 kilómetros en plano , incluso cargando una mochila y a una altura típica de una ciudad, no es difícil. Pero intentad caminar 20km a más de 4km sobre el nivel del mar en un camino que sube y baja por colinas sin parar. Sí, te quejas, sudas. En algunos momentos quieres rendirte y volver, pero no, lo que se empieza se acaba: ¡no hay vuelta atrás! Así que seguimos adelante…

Primero, tuvimos que completar algunos formularios. Todos los turistas que cruzan el perímetro del Parque Nacional Kilimanjaro deben facilitar sus nombres y algunos otros datos. Después se pasa lista en cada punto de control a lo largo de la ruta. Esto es para asegurarse de que nadie se quede atrás, por ejemplo, por el deshielo.

Después nos llevaron a otro lugar en un minibús para que pesaran nuestro equipaje (para calcular cuántos maleteros se necesitarían, pero en otro post hablaré más sobre esto). ¡Nos dio la hora de comer! ¡Y ni siquiera habíamos empezado la excursión! Supongo que se dieron cuenta que necesitábamos energía. 🙂

Y después de comer, emprendimos el viaje…

Una última cosa (por ahora) …

Por alguna razón, repentinamente me entraron ganas de revisar la agenda de los movimientos que haríamos en nuestra ruta, ya que no confiaba en ella (la guía). Hice un buen trabajo, ya que las cifras que mostraba (kilómetros, altitud…) eran diferentes a las nuestras. Pero hablaré más adelante de eso, además en otros posts le daré un repaso al día a día de nuestra aventura navideña afro-volcánica…

Todas las fotos de nuestra excursión en el Kilimanjaro están aquí.

¡Volveré pronto, amigos!

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