Abril 6, 2016
Media maratón de Londres
Normalmente suelo seguir un modus operandi al hacer este tipo de publicaciones en el blog: si no tenemos muchas fotos, compensamos con mucho texto; si hay muchas fotos, las dejo que hablen por sí solas y me relajo con el número de palabras…
Esta vez, queridos lectores, habrá pocas palabras. Hoy el tema va sobre la capital del Reino Unido: en la que siempre hay muchas cosas por ver y fotografiar. Estuve ahí con mi compañero de viaje A.B., que también es un fanático de Londres y corrimos una auténtica “media maratón fotográfica” recorriendo partes del Támesis que no conocía, entrando en todos los huecos y rincones que había por el camino.
La noche anterior a nuestra maratón nos hospedamos en mi hotel favorito de la capital: Ham Yard. No es el alojamiento más cercano al Támesis, pero me sirve: el pre-calentamiento para llegar al río fue en la catedral de San Pablo y claro que debíamos subir a su famosa cúpula…
Dentro de la catedral está prohibido sacar fotos y videos, pero el panorama desde la cima y los alrededores son simplemente impresionantes y perfectos para poner de fondo de escritorio.
Y subimos, asombrados y fotografiando todo, después bajamos y nos dirigimos al Támesis…
Las orquestas tocan al aire libre…
A continuación: Yoda, flotando en el aire, y los chicos desconcertados preguntándose cómo lo hace:
Marea baja + sol = ¡sal a la arena a jugar!
Nos dirigimos a un muelle y nos subimos a un bote para una excursión marítima ¡por fin! He paseado por los diques del Támesis varias veces… pero en realidad nunca había navegado por él. Hasta el fin de semana pasado. Y os recomiendo que hagáis lo mismo si visitáis Londres: una experiencia totalmente saludable.
Navegar por el Támesis es pasar por toda clase de maravillas arquitectónicas y/o históricas, pasar por debajo de puentes viejos y nuevos, y botes grandes y pequeños que se dirigían hacia todos lados. Una tarde perfecta, si el clima lo permite…
El único e inigualable Tower Bridge y la única e incomparable Torre de Londres:
https://www.instagram.com/p/BDxDS6AuiQH/
Después de Tower Bridge, el “límite de velocidad” sube, así que nuestro capitán aceleró un poco más…
Royal Naval College, Greenwich:
Greenwich Power Station (Central eléctrica de Greenwich):
Un A380 volando hacia Heathrow desde Dubai, creo (“se alcanzaba a ver “Emirates” en el tren de aterrizaje).
El 02 (nota para mí mismo: ver más de cerca la próxima vez):
¡Aquí está! Nuestro destino: La Barrera del Támesis; muy parecida a la que está en San Petersburgo, solo que algo más pequeña.
Y así es como trabaja::
La acera empieza desde la barrera del Támesis y recorre 180 millas aproximadamente hacia el oeste, a lo largo del margen del río.
A.B. y yo determinamos que recorrer la ruta entera en una noche tal vez era demasiado, pero al menos podíamos probarlo. Y eso hicimos…
Los primeros kilómetros de camino no son como para escribirlo en un blog: Edificios abandonados y ruinas, restos momificados de muelles que parecen remontar a la Revolución Industrial. Sucios, llenos de polvo y deprimentes. Si alguna vez estáis por aquí, podéis evitar esta parte.
¡Wau! Un funicular. Pero había una gran cola, así que decidimos ahorrarnos eso también…
Muelles tan antiguos que hasta crecen árboles en ellos…
Qué maravilla! El Meridiano de Greenwich, donde se encuentran el este y el oeste o donde empieza el tiempo, o algo así…
Aquí está el Wharf. Por aquí hay suciedad y ruinas.
¡El Cutty Sark!
Un túnel peatonal subterráneo, no, bajo el Támesis. Qué pedazo de ingeniería/arquitectura. Su construcción inició en 1899 y se concluyó en 1902.
Uff. Ya vale por hoy. Todo el día caminando. Esperad…veamos cuánto hemos caminado: ¡casi 22km!
Todas las fotos de nuestra excursión por Londres están aquí.