De paso por Rumania: palacios y castillos, obviamente

Rumanía es conocida por sus palacios y castillos, sean antiguos o nuevos, pequeños o grandes, conocidos o no. Empezaré con el más famoso: El Castillo del conde Drácula, en Transilvania. Es parte de una antigua leyenda, claro, y hacía años que quería visitarla. Y, al fin, lo hice…

Drácula y el castillo de Bran (hay tantas leyendas que es difícil recordarlas todas o, incluso, llegar a saber cuál es real, cuál es semirreal y cuál es falsa. Bueno, todo es folklore y nunca se puede saber si es del todo un mito.

Algunos creen que el conde Drácula estuvo inspirado en el príncipe de Valaquia del siglo XV, Vlad el Empalador, a quien también se le conocía como Drácula. ¿Quién sabe?

Vlad Drácula vivió hasta los 45 años (la cual era una buena edad para los tiempos que corría) y vivió una vida que no parecía ser nunca aburrida. Fue rehén del Imperio Otomano, el Rey de Hungría lo encarceló, llegó al trono del Castillo de Bran, luchó aquí, tuvo problemas para permanecer en el poder y, claro, empaló a muchos de sus enemigos. Demasiado para seguir indagando. ¿Te interesa? > Wikipedia.

Pero Wikipedia da… la versión “limpia” y políticamente correcta de las vivencias de Vlad el Empalador. Para disfrutar de la mejor experiencia posible en toda su gloria, se necesita un guía durante la visita del Castillo de Bran. Y nosotros lo tuvimos.

Nos habló de un sadismo retorcido y depravado; pero, bueno, con el nombre de “el Empalador”, creo que era algo de esperar. Está la historia de su joven esposa que se arrojó desde una alta torre hacia su muerte para impedir que la tomaran como esclava sexual de los turcos. Después hay cierta violencia infligida, no por el Empalador, sino contra él (y contra su hermano), también por los turcos. Pero fue la violencia que infligió el Empalador cuando este se vengó de los turcos la que le dio su nombre, su fama y su legendario estatus de empalador. A este tipo le encantaba empalar gente. Un trabajo muy sucio.

Pero volvamos a las fotos:

Tuertas secretas y túneles. Muy a lo Juego de Tronos.

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La vista desde un piso superior al atardecer. Qué lástima que no hubiera luna llena. Qué lástima que no hubiera murciélagos. Y qué lástima (o tal vez no) que tampoco hubiera hombres lobo aullando :).

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Los muebles son los originales de la época. Se compró todo en tiendas de antigüedades locales. Buena idea: muestra cómo eran las cosa en realidad antes en lugar de añadir artículos modernos que arruinen el efecto.

¡Vaya!

En efecto, eran tiempos muy salvajes. Empalación, destripamientos o la “silla de interrogación” (y, al parecer, sucedían a diario; al menos si Vlad se encontraba cerca :). Disfrutó infligiendo gran dolor durante años a sus enemigos; pero no solo a sus enemigos, sino también a observadores que no tenían nada que ver con las tropas extranjeras y a adversarios políticos.

Por cierto, este es nuestro maravilloso guía:

La puerta de la derecha que se puede ver en las siguientes fotos era una puerta secreta que conducía a un pasaje que también era secreto. En aquella época, la chimenea estaba a la derecha de la puerta y no a la izquierda como ahora.

Nuestro guía no solo relataba cosas interesantes sobre la historia del lugar, ¡nos sorprendió con su rápida e ingeniosa narrativa! Historias descabelladas, leyendas curiosas, folclore absurdo, bromas hilarantes, teorías intrigantes… A veces nos dimos cuenta de que improvisaba. Otras veces se involucró en profundas discusiones con nosotros acerca de las probabilidades de que algunas cosas sucedieran de verdad Debo decir que ¡este ha sido el guía más entusiasta e interesante que he conocido!

Este es un ejemplo de a lo que me refiero: se trata de una broma que nos contó sobre Drácula, o al menos la recuerdo así…

Frankenstein, Drácula y Mickey Mouse se reúnen y están discutiendo sobre quién de ellos es el vampiro más malo y genial. Así que todos deciden pasar una prueba para resolver la cuestión. El primero es Frankenstein. Sale corriendo del castillo de Drácula, para regresar 10 minutos después con sangre chorreando de su boca.

¿Cómo es que has sido tan rápido? —preguntan los otros dos.

Bueno, conocéis la plaza principal del pueblo, ¿verdad? A su derecha, hay una casa pequeña. Así que tan solo entré y, rápidamente, la “limpié”.

El siguiente era Mickey Mouse. Salió corriendo del castillo y volvió casi 5 minutos después aún con más sangre en su boca que la que le chorreaba a Frankenstein.

Bueno, ¿qué hay de ti? ¿Cómo has sido tan rápido?

Bueno, ¿conocéis la pequeña casa a la izquierda del camino que lleva al pueblo..?

Por último, pero no menos importante, Drácula era el siguiente. Pero, como tenía alas, salió volando del castillo a gran velocidad. Volvió tan solo un minuto después, y no solo le chorreaba sangre de la boca, sino que también tenía cubierto su blanco rostro.

¿Cómo has sido tan rápido? preguntaron atónitos los otros.

Bueno, ¿sabéis que hay un campanario muy alto en el centro del pueblo? ¡Porque yo no!

Y esa es solo una de las muchas anécdotas sobre el tema :).

Lo que hizo que nuestra excursión por el castillo fuera aún mejor fue que nos llevaron a un tour al atardecer (después de que hubieran ido todos los turistas). Por lo tanto: no había ninguna persona alrededor, además de la conveniente y ligeramente escalofriante sensación de que anochecía. ¡Perfecto!

Nuestra siguiente parada fue el Castillo de Peleș. ¡Un objeto arquitectónico magnífico! De acuerdo, tal vez no valga la pena hacer un viaje a Rumania para verlo, pero, si ya estás en Transilvania, ¡debes visitarlo! Aquí está:

Una mansión única. Su construcción se inició a finales del Siglo XIV y se completó a principios del siglo XX (en plena Revolución Industrial). Por lo tanto, combina un estilo clásico y real con tecnología de vanguardia. El resultado es un castillo particularmente refinado, alpinesco y muy especial.

Acerca de la “tecnología de vanguardia“…

Resulta que este fue el primer castillo real en el mundo en ser equipado desde el principio con electricidad. Podría deberse a las circunstancias: la mayor parte de los castillos europeos se construyeron mucho tiempo antes que este (obviamente, más tarde se les instaló a todos luz eléctrica y enchufes). Y, en cuanto a otros castillos, no se construyó ninguno al mismo tiempo que este: no había tantas monarquías importantes en aquellos tiempos y las que sí lo eran no duraron debido a la “modestia Europea”. Los palacios no estaban de moda.

Así que, como decía, Peleș es único porque fue el único construido en varias décadas (¿siglos?), por lo que se trataba de alta tecnología (¡hasta tiene su propia pequeña planta de energía!) al igual que de “alta cuna” :).

Dentro: ¡Dios mío! Más majestuoso que una Royale con Queso.

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¡Las estatuas son de madera! Una rareza, debo decir…

La armería. ¡Oh por Dios! Una colección de dispositivos para matar personas y, a veces, animales. O para proteger al reino, supongo. Aun así, no es lo mío. Aún no logro entender la estética de dichas instalaciones.

Jesús, debió ser duro usar eso todo el día. ¿Cómo puñetas podía moverse? Mucho menos usar una espada.

¡¿Y cómo podía caminar el pobre tipo con ESOS?!

Me pregunto qué usaban los caballeros debajo de esas armaduras ¿Ropa interior térmica y calcetines especiales? ¿Alguien lo sabe?

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Salones, comedores para cenar:

Sala de fumadores:

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¿Sala de espera? ¿O salón de fiestas?

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En resumen, un lugar muy interesante. Si alguna vez vienes a Rumanía, ¡debes visitarlo!

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Pero ya son suficientes palacios y castillos por un día. ¡Es hora de ver el campo rumano!

Los montes Cárpatos, Transilvania: pasto verde, sin Internet (!), paz, calma, tranquilidad. Ahhhh

El lugar se llama Amfiteatrul Transilvania. Pero no intentes buscarlo en Internet, no tiene página web. Esto es lo más parecido a una que encontré:

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Tuvimos suerte con el buen clima, pero dicen que incluso en invierno no es menos impresionante o relajante.

¡Enormes champiñones blancos! ¡Magnífico!

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Esta fue la primera vez que me he comido un hongo crudo (sin freír, sin marinar, sin hervir). ¡Crudo! Elige uno e introdúcelo en la boca. Qué elegante: ¡¿un Ruso que nunca lo intenta?! Me hizo falta la ayuda de un rumano para demostrarme que era posible. ¡Resultó ser muy apetitoso también! Pero no lo intentes sin la ayuda de un experto (¿qué pasaría si eligieras una seta venenosa?).

No soy de los que hace fotos a la comida que va a comerse, ni qué decir de publicarlo en Internet. Pero tuve que hacer una excepción. ¡Dios! Tan fresco y apetitoso. Todo marinado con Pálika también. ¡Perfecto!

Esta es la bodega del calabozo. Hay de todo tipo aquí. En las botellas grandes hay jugo de abedul; ¡de 7 años de antigüedad! Resulta que también es una bebida alcohólica. 🙂

Terminando con el tema de los castillos, continuamos con el Palacio del Parlamento de Bucarest. Más conocido como la Casa del Pueblo. También es el palacio que construyó Ceaușescu.

Es, aparentemente, el segundo edificio administrativo más grande del mundo después del Pentágono. También es uno de los edificios civiles más grandes del mundo (de 270 por 240 metros y 86 metros de altura).

Es grandioso. Sus estadísticas son impactantes, mirad la página de Wikipedia. Parece que el país entero ayudó a construirlo (incluyendo a 700 arquitectos y a 20 000 trabajadores). Solo se utilizaron materiales rumanos (salvo unas pocas puertas que el presidente de Zaire regaló). Rumanía se quedó sin mármol: se usó todo para la construcción del palacio.

Dentro de los espacios abiertos es muy colosal. Y también muy comunista.

¡Tan solo mirad el tamaño de esa alfombra! En mi visor no cabía completo. Me pregunto cómo lo llevarán a la tintorería. Ah, que las tintorerías vienen a recogerlo. 🙂

Escalones de mármol: construidos especialmente para las pequeñas pisadas de Ceaușescu (que medía 1,65m).

El techo se abre. Ceaușescu tenía planeado llegar en helicóptero:

16 metros de alto, 250 kg de cortinas.

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El lugar es tan gigantesco que solo logramos ver el 7% del mismo en nuestra visita de una hora.

Descomunal. Enorme. Memorable. Monumental 🙂

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Todas las fotos de Rumanía están aquí.

P.D.: Nunca descubrí que era esto en el centro de Bucarest. ¿Alguien lo sabe?

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