Mayo 26, 2020
El ciberpasado, segunda parte: 1991-1992
Como os prometí, sigo con mis historias de la clásica ciberescuela. Ya habéis visto la primera entrega: cuando capturé mi primer pez virus, nuestra primera herramienta antivirus y cuando decidí convertirme en miembro de una profesión que realmente no existía entonces (analista de antivirus independiente).
Después de unas pocas semanas como freelance, en las que no pude hacer mucho porque no encontré ningún cliente, decidí que necesitaba volver a trabajar en una empresa. Entonces, comparé entre tres empresas privadas que me habían ofrecido trabajo.
Una de ellas (KAMI) merece una publicación propia, así que aquí solo repasaré sus características principales. Se trataba de una empresa bastante grande de importación y exportación y un poco de todo lo demás, que tenía un departamento de informática que acabó separándose de KAMI para independizarse. Su jefe era Alexey Remizov, un gran tipo que creyó en mí y que me ayudó durante muchos años.
Pero, volvamos a la comparativa. Mientras que dos de esas compañías me dijeron algo así como: “Claro, visítanos la próxima semana y discutiremos tu oferta”, Alexey sugirió que fuera a su oficina a la mañana siguiente y al otro día ya me estaba mostrando mi mesa y ordenador, incluso me dio algo de dinero por adelantado y decidió un título para mi “departamento”: el “Departamento de Antivirus” (o algo así) y puso dos empleados a mi cargo.
Mi primera tarea fue ¡despedir a ambos empleados! No eran los apropiados para el puesto. Lo llevé bien, sin histerias, ni conflictos: creo que estuvieron de acuerdo conmigo en que no eran los más “adecuados”.
Y ahora, volvamos a KAMI (recordad, estamos en 1991) …
El departamento de informática de KAMI estaba formado por unas dos docenas de personas. ¡Pero no había dinero para gastar en tantos ordenadores! El capital inicial provenía de la venta de zapatos importados de la India, galletas de chocolate, la fabricación de un sistema de alarma para coches y los sistemas de codificación de señales de televisión (para televisión de pago). Por tanto, los únicos proyectos informáticos eran mi departamento de antivirus y también un departamento transputer, que resultaron ser los departamentos más exitosos de KAMI en ese momento.
¿Qué más puedo recordar de esa época?
Lo cierto es que no mucho, ya que estaba demasiado ocupado trabajando entre 12 y 14 horas al día: no tuve tiempo de prestar mucha atención a nada más, ni siquiera a la política. Aun así, dejadme que piense…
Alquilamos nuestra primera oficina en ¡una guardería de Strogino!, un barrio al noroeste de Moscú. Más tarde nos mudamos a unas instalaciones del Museo Politécnico, luego a la Universidad Estatal de Moscú, después a un instituto de investigación y, después, a otro. Solíamos hacer bromas al respecto: en nuestros primeros días la compañía había por todos los niveles, incluida la secundaria.