Cuarto día de viaje, el tercer país: Moscú -> Barcelona -> Nuremberg -> Milán. Una nueva ciudad significa una nueva agenda: juntas de negocios, entrevistas, presentaciones. De la mañana a la noche. Después nos apresuramos al aeropuerto, un nuevo hotel, deshacer la maleta, dormir, suena la alarma, hacer la maleta, y otra vez a viajar. La noche de la marmota. “Noche”, porque los días son muy diferentes y cada uno es impresionante.
Cuando vuelas con frecuencia, controlar la agenda es un problema, mi acompañante, A.B. y yo volamos este Cessna Citation-2, “El colibrí”.
En una ocasión, hace mucho tiempo, me dieron ganas de contar todas las ciudades que había visitado en Rusia y Estados Unidos, y comparar las cifras. Puedes hacer clic en el enlace para ver los resultados: Hamburgo, Hannover, Berlín, Magdeburg, Bochum, Dusseldorf, Bonn, Wiesbaden, Mainz, Eisenach, Wurzburg, Nuremberg, Inglostadt, Munich, un total de 14 ciudades, como en Rusia. Ah, y sin contar las breves paradas en Wolfsburg, Colonia y Koblenz.
Pasé por Nuremberg varias veces (en el trayecto de Hannover/CeBIT <-> esquí de montaña), pero nunca he visitado la ciudad en sí. Bueno, en realidad sí. Es una ciudad muy bonita. Una ciudad Bávara, concretamente. O, más concretamente, de Franconia. Y así es:
Por cierto, tuve un problema que suele ocurrirle a los que viajan a menudo, como es mi caso: olvidé el número de mi habitación. En realidad, esta es una situación muy común en el caso de la gente que viaja mucho. Lo curioso es que, al día siguiente no tienes ningún problema en recordar el número de la habitación en la que te alojaste el día anterior. Incluso algunas veces, al día siguiente aún recuerdas la contraseña de la wifi. Pero, hoy no consigues acordarte de los números que están en la puerta de la habitación en que te alojas :).
Espero que esto no me ocurra hoy. El hotel es muy pequeño, y los dueños recuerdan las caras de todos sus huéspedes y les entregan personalmente la gran llave de metal de su puerta.
El resto de las fotos de Nuremberg están aquí.