¿Preparados? Empieza la bronca… ¡YA!
Después de Los trenes chinos no decepcionan, no podía creerme el gran fallo de un aeropuerto chino al día siguiente. Y no hablo de cualquier aeropuerto chino, ¡sino ni más ni menos del aeropuerto internacional principal de la capital de China! Fue un fallo con Internet, amigos. Y el fallo fue catastrófica y categóricamente total.
El aeropuerto es inmenso, precioso y súperredondo (a pesar de las pequeñas torturas chinas), con todas sus tiendas, sus escaleras mecánicas, sus fuentes, sus esculturas… Todo muy contemporáneo, con estilo y caro. Todo genial salvo una cosa: ¡no tiene Internet en condiciones! Ni los datos móviles funcionaban, ni con una SIM extranjera, es decir, con un número extranjero, el cual no pasa por la Gran Muralla (Firewall) China. Es decir, hay algo de cobertura, pero es tan débil que no vale la pena molestarse.
Y quería conectarme a mi blog para escribir algunas notas on the road como me gusta hacer, o algunas reflexiones sobre asuntos de gran importancia, además de subir algunas fotos. Pero no, no fue el caso. ¿Cómo se dice en chino “¿Dónde está el Intenet?”? Que alguien me lo diga, por favor. Me lo imprimiré en una camiseta para ponérmela la próxima vez que venga.
Y las reflexiones sobre asuntos de gran importancia esta semana son estas:
Hablemos de algo que es tan esencial para todo (o para las grandes cosas) que nada sería posible sin ello. Algo tan vital que, sin ello, la vida perdería mucho de su significado y sería algo insoportable y triste. Algo que forma parte de la base de todas las actividades modernas, sin lo que las nobles intenciones, las grandes metas y la seguridad de una cantidad razonable de felicidad de diferentes calibres no serían posibles.
¿Lo habéis adivinado ya?
Sí: ¡la electricidad! ¿De qué creíais que hablaba? Las respuestas en los comentarios y ¡sed sinceros!
Imaginaos por un minuto lo que sucedería si, de repente, no hubiera más corriente eléctrica que llegara a los enchufes (¡para siempre!). Es decir, nada, finito, kaput.
Sería malo, claro. Muy malo. Pero no sería el apocalipsis, por poco. La vida seguiría, solo que deberíamos usar velas, ir a caballo y navegar en barco.
ATENCIÓN: ¡CONCURSO! ¡PREMIOS GARANTIZADOS AL PRIMERO QUE RESPONDA BIEN!
¿Cómo se llama esa peli de ciencia ficción en la que unos alienígenas invisibles poco amigables que viven de la electricidad llegan a la tierra, consumen todos los electrones de los cables e incluso de las tormentas eléctricas y en la que, al final, el protagonista con la luz de una vela, se lamenta de los truenos y la lluvia incesante y de que no haya luz, y de que probablemente nunca la habrá?
Actualización/P.D.: después de mi bronca sobre el aeropuerto principal de Pekín, os dejo unas fotos para que disfrutéis (al final he llegado a un país en el que hay buen Internet, ¿sabéis cuál? ¡Tecnológicamente es muy progresista!).
Estas son fotos que hice desde el avión: calma mañanera y una columna de humo (o vapor) que se eleva por en medio de una nube.
Eso es todo por hoy, amigos. Hasta mañana…