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El ciberpasado, octava parte: 1998-2000 (3 primeras veces: restructuración, oficina en el extranjero, conferencia de socios).

Los primeros años posteriores a la fundación de la compañía fueron los más difíciles de todos, ya que tuvimos que dedicar muchos esfuerzos, es decir, reventarnos. Era como si estuviéramos comprimiendo un muelle que solo se lanzaría más tarde para llevar a la compañía a lo más alto y en la dirección correcta de nuestros sueños más inimaginables (ten cuidado con lo que sueñas :). Después del registro formal de KL en 1997, con muy poco conseguimos mucho. No teníamos dinero ni recursos, pero el transportador de ciberseguridad no esperaba a nadie: se necesitaban nuevas tecnologías y el mercado demandaba nuevos productos. Así que trabajamos sin descanso, incluso los fines de semana y casi sin vacaciones. Pero ¿en qué estábamos trabajando? Aquí te dejo un ejemplo…

Junio ​​de 1998: la epidemia mundial del virus Chernobyl (CIH). Todas las demás compañías de AV no lo notaron o no se molestaron en ello o, simplemente, estaban de vacaciones; fuimos casi los únicos que lanzamos un producto que no solo atrapaba, sino que también curaba los sistemas infectados con este patógeno. La red informática mundial (es decir, ya no solo Runet) estaba repleto de enlaces a nuestro sitio. Así es como fuimos recompensados ​​por nuestras rápidas reacciones a las nuevas amenazas, eso y nuestra capacidad de lanzar actualizaciones rápidas con procedimientos para el tratamiento de amenazas específicas. Esta amenaza de virus específica se instalaba de forma astuta en la memoria de Windows, interceptaba las llamadas de acceso a archivos y los archivos ejecutables infectados, por lo que requería un proceso de disección diseñado a medida que hubiera sido imposible de entregar sin una funcionalidad flexible de actualizaciones.

Fue duro: sí; pero empezábamos a crecer y a recoger nuestros frutos. Y luego, dos meses después, recibimos una mano amiga (¿del destino?) y de lo más inesperada…

Agosto de 1998: la crisis financiera rusa, que supuso la devaluación del rublo y el incumplimiento de la deuda rusa. Esta crisis perjudicó a la mayoría de los rusos, pero tuvimos mucha suerte: todos nuestros socios extranjeros nos pagaron por adelantado en moneda extranjera. Éramos un exportador. Nuestra moneda operativa/en circulación: un rublo muy devaluado; nuestros ingresos: dólares, libras esterlinas, yenes, etc. ¡Estábamos ganando mucho dinero!

Pero no descansamos en medio de esta crisis financiera. Usamos este período para incorporar nuevos gerentes profesionales, ¡muy caros! Pronto tuvimos directores comerciales, técnicos y financieros. Y un poco más tarde, comenzamos a contratar también gerentes de nivel medio. Esta fue nuestra primera “reestructuración”, cuando el “equipo” se convirtió en una “empresa”; cuando las relaciones amistosas y orgánicas fueron reemplazadas por una estructura organizacional más formal, de subordinación y responsabilidad. La reestructuración pudo haber sido dolorosa, pero afortunadamente no fue así: simplemente seguimos adelante sin sentir demasiada nostalgia por los viejos tiempos más familiares.

// Para todo este tema de reorganización-reestructuración-“reingeniería”, recomiendo este libro realmente bueno de Michael Hammer y James Champy. Para más libros interesantes, no te pierdas este artículo.

En 1999 abrimos nuestra primera oficina en el extranjero, en Cambridge, Reino Unido. Pero, si el mercado británico es posiblemente uno de los más difíciles de descifrar para los extranjeros, ¿por qué elegimos ese sitio? En realidad, fue pura casualidad (te contaré cómo a continuación). Aun así, teníamos que comenzar por algún lugar y, de todos modos, nuestras primeras experiencias en el Reino Unido, que incluyen muchos errores y lecciones aprendidas, ayudaron a que el desarrollo de la empresa en otros países fuera mucho más fácil…

Nuestra primera gira de prensa tuvo lugar en Londres, pues ya estábamos en la capital británica para una conferencia de seguridad informática (InfoSecurity Europe). En esa gira de prensa, anunciamos con orgullo nuestra intención de abrir una oficina en el Reino Unido. Pero, como los periodistas simplemente se limitaron a preguntar el por qué, dado que ya estaban cómodamente establecidos en el país Sophos, Symantec, McAfee, etc., rápidamente cambiamos el discurso al modo geek: les contamos todo sobre la innovación de nuestra empresa y sobre nuestras tecnologías y productos únicos y cómo, gracias a ellos, éramos mejores que la competencia que acababan de mencionar. La reacción fue de interés y sorpresa (y otra de las ventajas fue que ¡desde entonces nunca se hemos recibido este tipo de preguntas tontas!). Mientras tanto, en InfoSecurity Europe pronuncié mi primer discurso ante una audiencia de habla inglesa compuesta por… dos periodistas, que resultaron ser de nuestros amigos de Virus Bulletin que ya sabían mucho sobre nosotros. Aun así, esa fue la primera, y la última, vez en la que no llenamos una representación (por cierto: más información, aquí).

En cuanto a nuestra primera conferencia de socios, así fue como sucedió…

En algún momento del invierno de 1998-1999 fuimos invitados a la conferencia de socios de nuestro socio OEM F-Secure (Data Fellows). Y así es como aprendimos el formato completo de este tipo de conferencias y cuál es la idea principal: reunir a todos, compartir toda la información más reciente sobre las tecnologías y productos, escuchar las preocupaciones y problemas de los socios y discutir nuevas ideas. Así que, un año después (en 1999) organizamos nuestra propia conferencia, invitando a unos 15 socios de Europa, Estados Unidos y México a Moscú. Aquí estamos todos, en la Plaza de la Revolución al lado de la Plaza Roja y el Kremlin:

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El ciberpasado, séptima parte: 1997 (la fundación de Mi Lab).

Vuelvo con otro episodio de cibernostalgia de la historia K, esta publicación nos lleva a un año muy especial para la compañía, ¡el año de su fundación! Y, como puedes ver por la fecha que aparece en nuestro certificado de registro de empresa, ese momento tuvo lugar el 26 de junio de 1997:

Y por eso celebramos una megafiesta de aniversario cada mes de junio, menos este año: la primera vez que nos hemos quedado sin fiesta. Una pena, ¿verdad? Pero ¿qué se va a hacer?

Recuerdo nuestra primera fiesta de aniversario en 1998, en una bolera bastante accidentada. No muy impresionados con el entorno, compensamos al año siguiente: y nos ramificamos aún más en el campo que rodea Moscú, donde ha tenido lugar el evento todos los años desde entonces, y donde espero que vuelva el año que viene.

Y otro dato curioso de este cuento de K del verano de 1997…

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El ciberpasado, sexta parte: aprender a hablar con los medios.

La semana pasada me di cuenta de que había estado aislado en cuarentena durante un cuarto de año completo. Tres meses sentado en casa, con solo un par de visitas breves a una oficina desierta, además de las estancias todos los fines de semana en la casa de campo con la familia, también aislada. Como para todos, se trata de una experiencia realmente extraordinaria, que a mí me ha privado de los aviones/aeropuertos, hoteles, reuniones o discursos. En resumen, he viajado muy poco.

Sin embargo, todo es relativo: en tres meses, ¡todos hemos recorrido más de 230 millones de kilómetros (un cuarto de una órbita completa de la Tierra alrededor del sol)! Y eso sin tener en cuenta el hecho de que el propio Sistema Solar viaja a una velocidad de vértigo. Una cosa que no ha cambiado mucho desde que comenzó el encierro han sido las reuniones de negocios: simplemente ahora se han pasado al formato online. Ah, sí, y todas nuestras funciones en general se siguen llevando a cabo como de costumbre, sin verse afectadas por virus biológicos).

Pero dejemos a un lado el encierro, probablemente ya estés cansado de escuchar hablar de este tema. Por tanto, dicho esto, continúo con mis historias del ciberpasado; esta vez, me centraré en las entrevistas con periódicos, revistas, radio, televisión, además de otras representaciones públicas variadas. Recordé mis “relaciones con los medios” mientras relataba mi semana de entrevistas del infierno en el CeBIT en mis recuerdos sobre esta exposición (El ciberpasado, cuarta parte). Y resulta que tengo muchas más experiencias interesantes sobre entrevistas y charlas en público: muchas cosas divertidas e inusuales, además, por supuesto, algunas fotos (brillantes e iluminadoras) también.

Y también habrá historias mediáticas de todo tipo: desde discursos en salas prácticamente vacías hasta estadios repletos. ¡Desde pequeñas publicaciones en medios locales desconocidos hasta conglomerados de medios globales de primer nivel! Desde conferencias profesionales en universidades líderes y/o con audiencias con altos conocimientos en tecnología, hasta conferencias informales sobre las maravillas de la aritmética en un barco que navega hacia… ¡la Antártida a través de Pasaje de Drake!

Efectivamente. Creo que lo más lógico es comenzar por el principio…

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El ciberpasado, quinta parte: 1996 (el año del cambio de juego).

A continuación, os dejo otra historia más de antaño sobre cómo nuestra empresa pasó de un humilde comienzo a lo que somos hoy. Y esta serie del ciberpasado es gracias al… ¡encierro! De lo contrario, nunca habría encontrado el tiempo para profundizar tanto en mi cibermemoria…

En el caso de que te las hayas perdido, estas son las entregas anteriores:

Primera parte

Segunda parte

Tercera parte

Cuarta parte

Bien, comencemos con la quinta parte: 1996. Un año realmente fatídico y decisivo…

Primero, en KAMI, donde seguía trabajando, los propietarios decidieron separarse. Como resultado, KAMI se dividió en varias organizaciones independientes. Y en el año siguiente, 1997, también nos separamos.

En segundo lugar, firmamos un contrato OEM (Fabricante de Equipo Original por sus siglas en inglés) con la empresa alemana G-Data para suministrarles nuestro motor antivirus. Ese contrato estuvo vigente durante 12 años completos, ¡hasta el 2008!, cuando nos convertimos en el número 1 en el mercado minorista alemán. Y así fue. ¡Nuestra destreza tecnológica original era imparable! ¿Pero qué íbamos a hacer? De todos modos, fue G-Data quien se nos acercó (no pudimos buscar activamente socios tecnológicos en ese momento), ofreciéndole cooperación a Remizov, jefe de KAMI, que culminó con la firma del contrato en CeBIT, como se describe en la cuarta parte. Y así fue como despegó nuestro negocio de licencias de tecnología.

Después de los alemanes (en 1995) llegaron los finlandeses: F-Secure (en 1996), entonces conocidos como Data Fellows. Déjame contarte cómo comenzó nuestra cooperación con ellos.

En agosto de 1995, apareció el primer virus de macros, que infectó documentos de Microsoft Word. Resultó que escribir virus de macros era muy sencillo y se estaban extendiendo a un ritmo alarmante entre una gran cantidad de usuarios desprevenidos. Esto llamó la atención de otros diseñadores de virus, y muy rápidamente los virus de macros se convirtieron en el mayor quebradero de cabeza para la industria antivirus. Detectarlos no resultaba nada fácil, ya que el formato de un documento de Word es más complejo (¿quién iba a saberlo). Por lo tanto, durante varios meses, las empresas de antivirus jugaron a los chamanes utilizando varios métodos, hasta que, a principios de 1996, McAfee (la compañía : ) anunció el método de desarticulación “correcto” para el formato de los documentos de Word. Nuestro colega Andrey Krukov (que se unió a nosotros en 1995) se enteró de la noticia y rápidamente se le ocurrió la solución tecnológica más elegante y efectiva. Hice correr la voz sobre esto, y muy pronto las empresas comenzaron a acercarse a nosotros con ofertas para comprar nuestra tecnología. Tras escuchar ofertas, organizamos una reunión con todos ellos, en el próximo Virus Bulletin Conference en Brighton, Reino Unido, donde Andrey y yo viajamos en el otoño de 1996.

En Brighton, las cosas no salieron según lo planeado: ¡ninguna de esas reuniones llegó a nada! Sin embargo…

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El ciberpasado, cuarta parte: el CeBIT

Ha costado, pero ¡aquí está el verano! El problema es que no estoy seguro de que sea la bendición que normalmente es, ya que todos estamos sentados en casa teletrabajando. Claro, ha habido “facilidades” aquí y allá en todo el mundo, pero nosotros en K no tenemos prisa por… apresurar las cosas. Creo que eso también se aplica a otras empresas informáticas que trabajarán desde casa hasta, como mínimo, otoño, mientras que algunas han señalado que seguirán en casa hasta fin de año. Y, por supuesto, los viajes de negocios siguen cancelándose, al igual que las exposiciones y conferencias, los Juegos Olímpicos y el Festival de Cannes y una gran cantidad de eventos a gran escala. De hecho, algunos países todavía tienen sus fronteras cerradas.

Así que sí: todavía estamos todos encerrados, sin salir mucho y volviéndonos locos con la claustrofobia. Al menos así es para muchos, estoy seguro. ¡Otros aprovechan todo el tiempo extra para hacer más ejercicio que nunca! Yo me encuentro en un punto intermedio: a veces cansado de la misma marmota todos los días, pero manteniéndome ocupado. Y eso incluye desempolvar y profundizar en mis archivos para desenterrar algunas fotos antiguas, lo que trae buenos recuerdos (además de recordatorios de lo rápido que está cambiando el mundo) y, por tanto, ¡mi próxima publicación del ciberpasado!

Sí, esta serie combina la cibernostalgia, además de varias ideas personales y comerciales que he recogido a lo largo del camino cibernético, que espero sean útiles para algunos o simplemente interesantes para otros. En consecuencia, continúo aquí hoy con la cuarta parte, sigo con mis cuentos, que comenzaron en la tercera parte, sobre CeBIT

CeBIT: ¡nos encantaba! Era tan nuevo, diferente, masivo y…

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El ciberpasado, tercera parte: 1992-199x

Por si te has perdido los dos primeros artículos, te explico, este es el tercer episodio de mis crónicas del ciberpasado. Como la gran mayoría, estoy encerrado, por lo que tengo más tiempo libre para rememorar la historia de Kaspersky en el mundo de la ciberseguridad. De normal, estaría en aviones, de aquí para allá por negocios y turismo, eso es lo que normalmente ocupa la mayor parte de mi tiempo. Pero como ahora no se puede hacer nada de eso, al menos fuera de línea/en persona, estoy empleando una parte de ese tiempo en poner mis dedos sobre el teclado para un flujo constante de nostalgia personal/Kaspersky Lab /ciberhistórica: en esta publicación, hablaré de principios a mediados de los noventa.

Un error tipográfico que hace la marca

Al principio, todas nuestras herramientas antivirus se nombraban siguiendo la estructura “- *.EXE”. Es decir, por ejemplo, “-V.EXE” (escáner antivirus), “-D.EXE” (monitor residente), “-U.EXE” (herramientas). El prefijo “-” se usaba para garantizar que nuestros programas quedaran en los primeros puestos de una lista de programas en un administrador de archivos (un buen geek tecnológico cumple con todos los movimientos inteligentes de las relaciones públicas desde el principio).

Más tarde, cuando lanzamos nuestro primer producto completo, este se denominó “Antiviral Toolkit Pro”. Lógicamente, debería haberse abreviado como “ATP”; pero no fue así…

A finales de 1993 o principios de 1994, Vesselin Bontchev, que me recordaba de reuniones anteriores (ver El ciberpasado, primera parte), me pidió una copia de nuestro producto para probarlo en el centro para la prueba de virus de la Universidad de Hamburgo, donde trabajaba en ese momento. Por supuesto, lo hice y, mientras lo archivaba en un zip, llamé al archivo por accidente AVP.ZIP (en lugar de ATP.ZIP) y lo envié a Vesselin. Un tiempo después, Vesselin me pidió permiso para subir el archivo a un servidor FTP (para que estuviera disponible públicamente), obviamente, acepté. Una o dos semanas después me dijo: “¡Tu AVP se está haciendo muy popular en el FTP!”.

“¿Qué AVP?”, pregunté.

“¿Cómo que qué AVP? ¡El que me enviaste en el archivo, claro está!”.

“¡¿QUÉ?! Cámbiale el nombre, ¡me equivoqué!”.

“Demasiado tarde. Ya está disponible, ¡y todo el mundo lo conoce como AVP!”.

Y eso fue todo: ¡nos quedamos con AVP! Afortunadamente, nos salimos (más o menos) con la nuestra: Anti-Viral toolkit Pro. Pero, lo dicho, solo más o menos. Y ya, de perdidos al río: todas nuestras herramientas fueron renombradas para soltar el prefijo “-” y añadir “AVP” en su lugar, y todavía se usa hoy en algunos de los nombres de nuestros módulos.

Primeros viajes de negocios: a la feria CeBIT en Alemani

En 1992, Alexey Remizov, mi jefe en KAMI, donde trabajé por primera vez, me ayudó a obtener mi primer pasaporte para viajar al extranjero y me llevó con él a la exposición CeBIT en Hannover, Alemania. Nuestro stand era muy modesto, de hecho, lo compartíamos con otras compañías rusas. La mitad de nuestra mesa estaba cubierta con tecnología transputer de KAMI, la otra mitad, con nuestras ofertas de antivirus. Como recompensa, hicimos nuevos negocios, pero poca cosa y nada muy reseñable. De todos modos, resultó ser un viaje muy útil…

Para nosotros, CeBIT era un sueño. ¡Era tan grande! Además, no había pasado mucho tiempo desde que Alemania se había reunificado, por lo que, para nosotros, todo fue muy al estilo Alemania Occidental: ¡el capitalismo informático se había vuelto loco! De hecho, resultó ser todo un choque cultural (seguido de un segundo choque cultural cuando volvimos a Moscú, pero volveré a esto más adelante).

Dada la magnitud de CeBIT, nuestro pequeño stand compartido casi no se tuvo en cuenta. Aun así, como se dice, conseguimos dar el primer paso, que es siempre el más complicado. A esto le siguió una visita repetida a CeBIT cuatro años después, que fue el momento de comenzar a construir nuestra red de socios europeos (y luego globales). Pero mejor dejemos este tema para otro día otra publicación (creo que puede resultar interesante, sobre todo para aquellos que comienzan su andadura en los largos viajes de negocios).

Por cierto, incluso en aquel entonces, entendí que nuestro proyecto necesitaba urgentemente al menos algún tipo de apoyo por parte de relaciones públicas/marketing. Pero como casi no teníamos dinero, y los periodistas nunca habían oído hablar de nosotros, fue difícil dar con alguno. Aun así, como resultado directo de nuestro primer viaje a CeBIT, logramos que publicasen un artículo que nosotros mismos habíamos escrito en la revista rusa de tecnológica ComputerPress en mayo de 1992: ¡relaciones públicas de cosecha propia!

¡Fi-fa-fo-fum, huelo el dinero de los ingleses!

Mi segundo viaje de negocios fue en junio o julio de ese mismo año, en concreto, al Reino Unido. Como resultado de este viaje tuvo lugar otro artículo, esta vez en Virus Bulletin, titulado Los rusos se acercan, que fue nuestra primera publicación en el extranjero. Por cierto, en el artículo hablan de “18 programadores”. Probablemente había 18 personas trabajando en KAMI en general, pero en nuestro departamento de AV solo éramos nosotros tres.

Londres, junio de 1992

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El ciberpasado, segunda parte: 1991-1992

Como os prometí, sigo con mis historias de la clásica ciberescuela. Ya habéis visto la primera entrega: cuando capturé mi primer pez virus, nuestra primera herramienta antivirus y cuando decidí convertirme en miembro de una profesión que realmente no existía entonces (analista de antivirus independiente).

Después de unas pocas semanas como freelance, en las que no pude hacer mucho porque no encontré ningún cliente, decidí que necesitaba volver a trabajar en una empresa. Entonces, comparé entre tres empresas privadas que me habían ofrecido trabajo.

Una de ellas (KAMI) merece una publicación propia, así que aquí solo repasaré sus características principales. Se trataba de una empresa bastante grande de importación y exportación y un poco de todo lo demás, que tenía un departamento de informática que acabó separándose de KAMI para independizarse. Su jefe era Alexey Remizov, un gran tipo que creyó en mí y que me ayudó durante muchos años.

Pero, volvamos a la comparativa. Mientras que dos de esas compañías me dijeron algo así como: “Claro, visítanos la próxima semana y discutiremos tu oferta”, Alexey sugirió que fuera a su oficina a la mañana siguiente y al otro día ya me estaba mostrando mi mesa y ordenador, incluso me dio algo de dinero por adelantado y decidió un título para mi “departamento”: el “Departamento de Antivirus” (o algo así) y puso dos empleados a mi cargo.

Mi primera tarea fue ¡despedir a ambos empleados! No eran los apropiados para el puesto. Lo llevé bien, sin histerias, ni conflictos: creo que estuvieron de acuerdo conmigo en que no eran los más “adecuados”.

Y ahora, volvamos a KAMI (recordad, estamos en 1991) …

El departamento de informática de KAMI estaba formado por unas dos docenas de personas. ¡Pero no había dinero para gastar en tantos ordenadores! El capital inicial provenía de la venta de zapatos importados de la India, galletas de chocolate, la fabricación de un sistema de alarma para coches y los sistemas de codificación de señales de televisión (para televisión de pago). Por tanto, los únicos proyectos informáticos eran mi departamento de antivirus y también un departamento transputer, que resultaron ser los departamentos más exitosos de KAMI en ese momento.

¿Qué más puedo recordar de esa época?

Lo cierto es que no mucho, ya que estaba demasiado ocupado trabajando entre 12 y 14 horas al día: no tuve tiempo de prestar mucha atención a nada más, ni siquiera a la política. Aun así, dejadme que piense…

Alquilamos nuestra primera oficina en ¡una guardería de Strogino!, un barrio al noroeste de Moscú. Más tarde nos mudamos a unas instalaciones del Museo Politécnico, luego a la Universidad Estatal de Moscú, después a un instituto de investigación y, después, a otro. Solíamos hacer bromas al respecto: en nuestros primeros días la compañía había por todos los niveles, incluida la secundaria.

Nuestra primera “oficina” en Strogino

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El ciberpasado, primera parte: 1989-1991

Después de haber escrito hace poco una publicación sobre nuestro continuo Top-3 en pruebas independientes, me sentí un poco nostálgico por el pasado. Poco después dio la casualidad de que se celebró el vigésimo aniversario del virus gusano ILOVEYOU: ¡más nostalgia y otra publicación! Pero por qué parar ahí, pensé. No es que haya mucho más que hacer, así que, ¡voy a seguir! Por lo tanto, voy a continuar con estas entregas de nostalgia Kaspersky, principalmente en un orden aleatorio según se ve vaya ocurriendo…

En primer lugar, debemos rebobinar (en un reproductor de casetes de los 80) hasta finales de los 80, cuando Kaspersky era simplemente mi apellido.

Primera parte, prehistoria: 1989-1991

Tradicionalmente considero octubre de 1989 como el año en el que tomé los primeros pasos reales hacia lo que resultó ser mi carrera profesional. Descubrí Cascade (Cascade.1704) en un Olivetti M24 (CGA, 20M HDD) en los archivos ejecutables que había logrado infiltrar este virus y lo neutralicé.

La narración generalmente pasa por alto el hecho de que el segundo virus no fue descubierto por mí (fuera de nuestro equipo) sino por Alexander Ivakhin. Pero después de eso, comenzamos a “analizar” las firmas de los virus utilizando nuestra herramienta antivirus (no puedo llamarlo “producto”) con regularidad. Los virus aparecerían cada vez con más frecuencia (es decir, ¡unos pocos al mes!), los desarmaba, analizaba, clasificaba e introducía los datos en el antivirus.

Pero los virus seguían llegando, unos nuevos que masticaban y escupían ordenadores sin piedad. ¡Necesitaban protección! Todo esto fue en la época del glásnost, la Perestroika, la democratización, las cooperativas, los videograbadores VHS, los walkmans, unos peinados cuestionables, unos suéteres peores aún y también los primeros ordenadores domésticos. Y el destino quiso que un compañero mío fuera el jefe de una de las primeras cooperativas de ordenadores, así que yo mismo me invité a ir y a comenzar a exterminar virus.

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Antes y ahora. 20 años sin dejar de crecer

20 años en el negocio, ¿es mucho tiempo o no? ¿Qué tal 25 años de desarrollo continuo de nuevas tecnologías y productos (incluyendo los cinco años de preKL)?

Para contestar adecuadamente, debemos preguntarnos cuánto tiempo tiene la industria de la ciberseguridad. Bien, los primeros programas de antivirus aparecieron tan solo unos años antes de nuestros 25 años.

¡Eso significa que somos uno de los desarrolladores del mundo que han creado la ciberseguridad. De hecho, somos parte de la industria desde su infancia (durante el auge de los escáneres de reconocimiento de firmas) y aquí seguimos (en la nueva era del big data y del aprendizaje automático). Eso son más de 20 años en la vanguardia. Sí… y no: no se nos olvida la modestia, después de todo, es nuestro cumpleaños 😊.

¡Piensa en toda la cibermaldad que llevamos destruyendo durante estos 20 años!

Por supuesto, puede haber más de un modo de interpretar una historia. Y la de Kaspersky Lab no es una excepción.

Por un lado, podríamos ver fotos antiguas de nuestra feliz época hace 20 años, recordar los ingenuos errores y los pasos equivocados que dimos con temor, luego mirarnos al espejo y ver nuestro pelo canoso y nuestra profunda expresión en la cara y ¡llorar de melancolía! Sí, eso es posible…

Pero, por otro lado, al ver esas fotos antiguas de nuestros felices días de hace 20 años, podríamos simplemente sonreír y admitir que no han sido malas las primeras dos décadas, pero ¡tan solo estamos calentando! Es una cuestión de percepción: ¿te vas a concentrar en los problemas y las dificultades o en los éxitos y los logros? Bien, estoy seguro de qué sabéis de qué hablaremos en este artículo (sí, de lo último), porque así somos en KL, nos mantenemos positivos. En este negocio, ¡hay que ser así! Y esperamos poder inspirarte para que hagas lo mismo, querido lector.

Antes del cumpleaños de KL, estuvimos pensando en cómo despertar vuestra motivación del modo más gráfico y amplio posible manteniendo la veracidad de los hechos históricos (y sin olvidarnos del decoro 😊). Y a esto es lo que hemos conseguido: echemos un vistazo a algunas de las curiosidades y aspectos graciosos de la empresa en el transcurso de los años, cómo era en “los buenos tiempos”, cómo es ahora y cómo será en el futuro.

Empecemos por nuestra oficina.

Para principios de los años 90, nuestros principios, ¡ya nos habíamos mudado seis veces!

Esta, por ejemplo, es de 1994 y fue el epicentro del desarrollo de uno de los mejores antivirus del mundo. ¡Esta era nuestra pequeña oficina! El registro como “Kaspersky Lab” llegó tres años más tarde, pero, aun así, era nuestra oficina. De hecho, era parte de la compañía KAMI, la cual producía soluciones de software y hardware en los 90.

Por cierto, fue durante ese año (1994) cuando formamos parte de las pruebas de la Universidad de Hamburgo por primera vez y, por sorpresa, ganamos en calidad de protección. En la imagen superior, creo que las sonrisas se abrían camino entre el cansancio después de habernos enterado de nuestra victoria.

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Feliz cumpleaños a nosotros: ¡20 años (hasta la fecha)!

¡Bzzzzz!

¿Qué ha sido eso?

Eso, señoras y señores, ¡era la historia de la ciberseguridad pasando!

Hace 28 años, en otoño de 1989, atacaron mi Olivetti M24 con un virus, lo que cambió mi vida y muchas otras. Si tan siquiera ese virus hubiera sabido de quién era el ordenador que estaba atacando y cuántos descendientes maliciosos serían eliminados del mapa en las décadas venideras tanto por mí como por el equipo de KL, ¡estoy segurísimo de que habría dado media vuelta y se habría largado!

Hace 26 años, durante el verano de 1991, un grupo de entusiastas de la informática con ideas comunes lanzó al bisabuelo de lo que hoy es uno de los mejores antivirus del mundo.

Precisamente hace 20 años, el 26 de junio de 1997, se fundó “Me Lab”.

Pero, hoy, hay mucha calma en las oficinas. Ni fiesta, ni champán, nada. ¿En nuestro 20º cumpleaños? Tranquilos, lo solucionaremos. Lo celebraremos con una fiesta a la moda, pero un poco más tarde. Hoy hay que hacer negocios como de costumbre. De todos modos, esta noche (¡ahora!) brindad con algo delicioso y decid unas palabras, por favor. Se os devolverá el favor con buenas vibraciones y karma positivo o algo así. ¡De eso estoy seguro!

Vaya, nos acaban de felicitar desde la escudería. Grazie mille! (las fotos llegaron con una nota: “¡Kimi está sonriendo!” y nosotros también) :).

La guinda del pastel de cumpleaños:

Y ahora volvamos a esas bebidas :)…