El ciberpasado, séptima parte: 1997 (la fundación de Mi Lab).

Vuelvo con otro episodio de cibernostalgia de la historia K, esta publicación nos lleva a un año muy especial para la compañía, ¡el año de su fundación! Y, como puedes ver por la fecha que aparece en nuestro certificado de registro de empresa, ese momento tuvo lugar el 26 de junio de 1997:

Y por eso celebramos una megafiesta de aniversario cada mes de junio, menos este año: la primera vez que nos hemos quedado sin fiesta. Una pena, ¿verdad? Pero ¿qué se va a hacer?

Recuerdo nuestra primera fiesta de aniversario en 1998, en una bolera bastante accidentada. No muy impresionados con el entorno, compensamos al año siguiente: y nos ramificamos aún más en el campo que rodea Moscú, donde ha tenido lugar el evento todos los años desde entonces, y donde espero que vuelva el año que viene.

Y otro dato curioso de este cuento de K del verano de 1997…

Antes del registro de la empresa, tuvimos problemas para decidir el nombre. Mi exesposa y exsocia comercial Natalya Kaspersky sugirió “Kaspersky Lab”, pero yo no quería usar mi apellido (era demasiado modesto y tímido; ¡es broma!). Aun así, como muestra la historia, fue el nombre elegido. Consiguió persuadirme cuando me dijo que mi (nuestro) apellido ya era algo conocido (nuestros primeros productos ya tenían un tiempo, había publicado artículos en revistas impresas y en Internet con mi nombre y había participado en discursos en apariciones públicas y demás actividades con los medios), por lo que aprovechar esa “ventaja” tenía mucho sentido: nos ahorraría mucho dinero en la promoción de una marca nueva y totalmente desconocida. Al final, Natalya dijo que “KL” era su mejor opción. Si no estaba seguro, tenía que encontrar una diferente y “mejor”. No se me ocurrió ninguna, así que nos quedamos con KL.

Sin embargo, hoy en día, todavía me estremezco un poco cada vez que escucho que se usa mi apellido para hacer referencia a la compañía o a nuestros productos o servicios. No estoy seguro de que alguna vez llegue a estar al 100 % cómodo con esto. No estoy seguro de por qué … Ah, y, por cierto, si alguna vez ves un texto con el nombre completo de la empresa (ahora “Kaspersky”; antes “Kaspersky Lab”), puedes estar seguro de que no lo he escrito yo. Si llevas un tiempo leyendo este blog, te habrás dado cuenta de que nunca escribo mi apellido, el nombre de la empresa, prefiero escribir solo “K” (antes “KL”). Bueno, si hablo del nombre de un producto o servicio sí que lo pongo en su totalidad solo cuando lo presento por primera vez, pero nada más, gracias.

Pero ya estoy divagando…

A ver, ¿por dónde iba? Ah sí, 1997. A punto de registrar KL, sintiéndome confiado y optimista…

Confiados y optimistas en todo lo relacionado con la ciberseguridad/software y las ventas (ya en Rusia, Europa y América), pero en lo referente a asuntos legales, no teníamos ni idea. Entonces, ¿cómo registramos la empresa? Afortunadamente, nuestro vecino de donde vivíamos entonces nos echó una mano. Sabía exactamente qué hacer: preparó la documentación y nos acompañó un día a un bufete jurídico. Lamentablemente, no ha sobrevivido ninguna foto de ese día. O puede que ni siquiera hiciéramos ninguna, ¿quién iba a pensar que esa pequeña nueva empresa con un capital inicial de un puñado de rublos acabaría despegando como lo hizo? Seguro que no hicimos. Sí, ya antes de 1997 nuestra misión era “hacer el mejor AV del mundo”, pero eso no podía prever una compañía global con más de 4.000 empleados en oficinas en 30 países. En 1997 trabajábamos para llegar a fin de mes, sin inversores, ni inversores potenciales, sin golpes de suerte, ¡solo trabajo duro!

Los primeros meses de nuestra existencia como empresa registrada fueron, de hecho, mucho trabajo duro y precariedad, sin ingresos regulares. Detuve mi contrato de trabajo con Sophos, los finlandeses (Data Fellows/F-Secure) todavía no habían comenzado a pagarnos (pero sí nos prestaron) y teníamos que pagar 15 salarios al mes. En resumen, esto llevó a que los primeros integrantes de KL no recibieran el pago a tiempo. ¡Uf! La cosa se puso casi fea, con un grupo de empleados haciendo piquetes en la oficina de Natalya con pancartas que decían “¡Queremos nuestra cerveza!” y que luego la “saludaban” cuando regresaba del almuerzo. Como digo, casi fea. Pero de alguna forma lográbamos pagar siempre esos salarios, aunque fuera un poco tarde cuando nos encontrábamos en nuestro punto más bajo.

Pero también hubo muchas cosas positivas durante los primeros días…

Dimos nuestros segundos grandes pasos hacia adelante (los primeros fueron nuestras repetidas victorias en pruebas de antivirus independientes, desde 1994). Fue entonces cuando se derrumbó el monopolio de DialogScience sobre el mercado de AV ruso (particularmente el de AV local) y fuimos creciendo gradualmente para asumir el liderazgo del mercado. Esto ocurrió principalmente debido al hecho de que (¡por fin!) teníamos una versión para Windows (que también era muy útil en recursos). Mientras, la competencia contaba con una única versión para MS-DOS. También nos ayudó la promoción “gratuita” de nuestro producto a través de… los CD pirateados que se vendían en lugares como el mercado Gorbushka en las afueras de Moscú (en realidad, también en el bosque al lado, donde aparecían puestos cada fin de semana que vendían únicamente copias piratas).

Espera: ¿nos ayudó la piratería de software? Sí, señor. Los piratas de los salvajes años 90 copiaron, distribuyeron y vendieron inesperadamente nuestro producto (¡ojo! No nos llevamos ninguna ganancia). ¡Y los vendedores de los puestos y quioscos del mercado nos recomendaban sin reparos y solo a nosotros! Recuerdo una vez que alguien me trajo un disquete pirateado con nuestro AV con una pegatina que decía: “¡El mejor antivirus del mundo”!

En el otro extremo (respetable (¡y rentable!) del espectro minorista, las grandes organizaciones gubernamentales comenzaban a fijarse en nosotros. Y, aunque nuestro antivirus no estaba preparado para utilizarse en redes corporativas grandes y complejas, compraban nuestros productos como una especie de “desinfectante de virus” alternativo. No fueron muchos, pero esas compras iniciales representaron nuestros primeros pasos en el segmento de soluciones de tipo empresarial a gran escala.

¡Continuará!

P. D. Si te las has perdido, aquí están las partes anteriores de la serie:

El ciberpasado, primera parte: 1989-1991

El ciberpasado, segunda parte: 1991-1992

El ciberpasado, tercera parte: 1992-199x

El ciberpasado, cuarta parte: el CeBIT

El ciberpasado, quinta parte: 1996 (el año del cambio de juego).

El ciberpasado, sexta parte: aprender a hablar con los medios.

 

 

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